Hace tres años llegué al aeropuerto de Orly con una maleta de 23 kilos y muchos nervios. Por increíble que parezca, nunca había estado en París, y a partir de ese momento tenía un año para descubrir y vivir una de las ciudades más visitadas del mundo.
Ese año se convirtió en dos y luego en tres y esos tres se están convirtiendo en un plan a largo plazo. Si me lo llegan a decir ese 9 de mayo de 2013, recién aterrizada, no me lo hubiera creído, pero aquí estoy, con un montón de experiencias vividas y otras tantas por venir.
Ahí está…
En estos tres años he aprendido a hablar y vivir en otro idioma, a conocer a una cultura que, a pesar de compartir frontera, es muy distinta de la nuestra. He tenido malas rachas y disgustos, pero también me lo he pasado de maravilla en cines, terrazas, salones y parques. He desarrollado un olfato increíble para encontrar bares con happy hour y restaurantes curiosos y he probado platos de todo el mundo. El tamaño de los pisos y los precios de las cosas me han enseñado a vivir con menos, lo cual no está mal. He aprendido a valorar los días de sol como nunca, porque nunca se sabe cuándo será el siguiente. Pero sobre todo, he conocido a gente increíble, gente con el mismo espíritu aventurero que yo, que un día, por las razones que fueran, se fueron de su casa y de su país y ahora coinciden conmigo en esta ciudad que muchas veces agota y enfada, pero que nunca dejará de ser especial.
Ya está, me dejo de poner ñoña, porque podría ponerme a contar un montón de anécdotas… Pero lo dejaremos para otra ocasión. Por ahora, os dejo con dos pequeños extras: una receta de lo que sigue siendo uno de mis dulces franceses favoritos y un par de listas de direcciones interesantes para cuando vengáis de visita.
Bonus track nº 1: Mini pains au chocolat
Ingredientes:
– una plancha de masa de hojaldre
– 100 gramos de chocolate negro para postres
– 40 ml de leche
Instrucciones:
– precalentar el horno a 200 ºC
– colocar la masa de hojaldre sobre una superficie plana y extender con un rodillo
– mientras tanto, fundir a fuego medio-bajo el chocolate con la leche, hasta que esté bien mezclado y espese
– cortar la masa de hojaldre en 6-8 rectángulos
– colocar en uno de los lados de cada rectángulo una cucharada generosa del chocolate fundido
– con cuidado, enrollar cada rectángulo, empezando con la parte que tiene el chocolate; de esta forma, la masa envuelve todo el chocolate y evitamos que el hojaldre se rompa
– pintar la superficie con un poco de huevo batido, aceite o mantequilla derretida
– hornear 20 minutos a 200 ºC
Con velitas y todo
Bonus track nº 2: ¿Usáis Foursquare? Yo tengo una relación de amor/odio con esta aplicación, pero por ahora está demostrando ser una de las más útiles para guardar listas de sitios donde he estado o quiero conocer y verlos todos sobre el mapa de un solo vistazo. Una de las pegas más grandes que le veo es que las notas y las críticas son bastante antiguas, supongo que porque la gente dejó de usarla, pero cuando quiero saber algo más de un sitio, uso páginas y aplicaciones más conocidas.
Estoy trabajando continuamente en estas listas, e intento dejar notas y algún que otro comentario. Me gustaría reorganizarlas, pero por el momento las tengo divididas así:
– París: con todos los sitios turísticos y de interés y todas las tiendas y lugares curiosos que me encantan
– París – Probado y aprobado: bares y restaurantes de todo tipo, en los que he estado y que me han gustado, 100 % recomendables
– Les Happy Hours: bares chulos y con happy hour; aunque para estar actualizados con las horas y los precios de cada pinta, el otro día descubrí esta aplicación que me dejó boquiabierta
– Y finalmente, todas las listas interminables de sitios por conocer: la mía, la de mi guía Michelin y las de las webs Les Petites Tables, para restaurantes a buen precio, o la de My Little Paris, para sitios más cuquis.