La escritora Mireille Guiliano, francesa afincada en Estados Unidos, nos presenta en Las francesas no engordan los trucos que aprendió en su país y que toda ciudadana gala conoce: consejos para que la comida se convierta en un auténtico placer sin preocuparnos nunca por el peso ni convertirlo en una obsesión. No se trata de un libro más de dietética, lleno de gráficos bicolores y estrictas dietas difíciles de seguir, sino de una guía que enseña un modo de buscar el bienestar y de enfrentarse a la comida.
La educación y la cultura como pilar
Pregunta: En una región en la que las palabras régimen y ejercicio no suelen pronunciarse, controlar los excesos y disfrutar con cabeza son el remedio para mantener la línea durante toda la vida. No es cuestión de genética, es cuestión de cultura. Así, algunos consejos pueden ser mantener una actitud sana ante la vida, reírse, disfrutar de los placeres cotidianos, estar enamorado¿ ¿Qué más puede ayudarnos a estar delgados?
Respuesta: La actitud saludable va más allá de la actividad. La acción es necesaria para cambiar hábitos, para adoptar un nuevo estilo de vida en términos de alimentación. Algunas pautas son hacer tres comidas al día, sentarse para comer, beber mucha agua, comer pequeñas cantidades, etc. Y, por supuesto, moverte un poco (ya que somos tan sedentarios): andar, subir escaleras, nadar, montar en bicicleta o ir al gimnasio. Como muchos de mis lectores me han comentado, ir al mercado y cocinar ayuda a entender mucho mi filosofía. Dedicarse tiempo a uno mismo es muy importante también, ya que si te sientes bien contigo mismo lo transmites a tu familia, a tu trabajo, etc.
P: Se basa en su propia experiencia para escribir el libro: en plena adolescencia engordó 10 kilos después de pasar un año estudiando en Estados Unidos ¿Realmente pudo perderlos sin dietas y sin esfuerzos?
R: Efectivante. Lo que el Doctor "Milagro" (nombre ficticio con el que Guiliano llama al médico familiar que la trató) hizo fue, en realidad, reintroducirme en el estilo de vida en el que mi madre me había educado. Fue sin dolor y sin trabajo.
El modo de vida francés frente al americano
P: Enfrentando el modo de alimentarse de los norteamericanos y los franceses usted encuentra los motivos por los que en un país se sufre una epidemia de obesidad y en el otro parece que las mujeres no engordan nunca. Después de leer el libro nos puede parecer que odia a los americanos, pero su marido lo es. ¿Únicamente no soporta su forma de enfrentarse a la nevera o ha "afrancesado" a Edward?
R: Es una impresión errónea. Sí, mi marido es americano, América ha sido mi país de adopción durante la mitad de mi vida y realmente me gusta Estados Unidos y los estadounidenses. Edward nunca ha tenido problemas de peso, pasó un verano en Italia antes de que nos conociéramos, así que conoce el estilo de vida europeo. Ha adoptado algunos de mis hábitos y hemos pasado nuestras vidas viajando a Francia y a Italia, pasando allí mucho tiempo al año. Él no es estrictamente un estereotipo norteamericano en términos de comida y alimentación (no hay coca-cola en nuestra casa, no comemos delante del televisor...).
P: Da muchos consejos en el libro, ¿no se guarda ningún as en la manga?
R: Es interesante que me preguntes esto porque el 31 de Octubre saldrá en Estados Unidos mi nuevo libro, French Woman For All Seasons, y hay un capítulo llamado Olvidé decírtelo. No es que no haya dado todos mis secretos en mi primer libro sino que no tenía espacio para contarlo todo y además, he aprendido mucho desde que se publicó, lo que me ha ayudado a revelar algunos secretos más. Mientras esperamos a que llegue el nuevo libro a España podemos poner en práctica nuestra nueva vida "a la francesa" con algunas recetas fáciles de hacer y poco calóricas que Mireille ha incluido en Las francesas no engordan.