Acostumbro a llevar el postre a los sitios donde me invitan a comer.
Es una cortesía que creo que a mis familiares y amigos les gusta jejeje.
Pero me gusta planearlo con antelación, pensar el postre y preparar los ingredientes, máximo cuando algún comensal tiene problemas de intolerancias o alergias alimentarias.
Por eso, cuando mi amiga Susana me invitó a cenar tan solo unas horas antes me entró una angustia por pensar que no me daría tiempo a preparar ningún postre. Porque además asisitía también otros amigos los cuales no pueden tomar lácteos ni trigo.
Habitualmente tengo algún sustituto de la leche como puede ser la leche de almendras, pero justamente ese día no tenía nada y encima imposibilidad de salir a comprarla.
¿Que hago? no me hacía gracia presentarme sin nada. Y era un problema solo mio, porque mis amigos saben que si puedo, hago el postre, y si no lo hacía no pasaba nada.
Pero era superior a mi, asi que me dije ¿tienes algo aprovechable?
Di una vuelta por la cocina y tenía huevos, azúcar y naranjas...pensé: si fuera leche de almendras haría un flan, pero...¿y si cambio la leche por zumo de naranja?
No tenía nada que perder. Si salía bien, estupendo y si no, pues no llevaba nada.
¡Y salió bien! No las tenía todas conmigo, hasta el último minuto dudé en llevarlo, pero como había confianza si no estaba bueno ellos me lo dirían.
Pero estaba bueno, muy bueno. Un flan de textura muy suave y con sabor a naranja. Una delicia que hoy os enseño por si tenéis personas con intolerancias a la leche o simplemente queréis probarlo.
INGREDIENTES:
1/2 litro de zumo de naranja natural
6 huevos
175 gr de azúcar
Para el caramelo:
50 gr de azúcar
Unas gotas de zumo de limón
PREPARACIÓN:
Es bien sencillo, batimos los huevos con el azúcar hasta que estén espumosos y agregamos el zumo y seguimos batiendo.
En una sartén ponemos el azúcar para el caramelo con unas gotas de zumo de limón. dejamos que se vaya haciendo sin tocar y cuando esté dorado vertemos en una flanera.
Echamos la mezcla de flan sobre la flanera con caramelo. Yo uso una flanera con tapa, es muy práctica. Si vuestra flanera no tiene tapa, poned papel de aluminio bien apretado para evitar que entre agua
En la olla a presión ponemos un fondo de agua que cubra unos tres dedos del molde, colocamos nuestra flanera y cerramos la olla. Ponemos la olla a fuego fuerte y cuando la válvula suba, bajamos el fuego y contamos 12 minutos. Al acabar dejamos que la válvula baje por sí misma. Dejamos enfriar el flan sin abrir a temperatura ambiente y luego dejamos en la nevera unas horas. Es aconsejable dejarlo toda la noche. Yo no tenía tanto tiempo, pero aún asi el flan quedó estupendo.
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Preparamos el caramelo. Azúcar y zumo de limón en una sartén.
Sin tocarlo dejamos que se haga. Ya está dorado.
Lo echamos en el fondo de una flanera. Estas flaneras se encuentran fácilmente en bazares o ferreterías.
Batimos bien los huevos con el azúcar y luego añadimos el zumo.
Y lo vertemos en la flanera.
Cerramos y ponemos en la olla rápida con un fondo de agua que cubra unos tres dedos del molde. Cocinamos 12 minutos. Si no teneis olla rápida se puede hacer al baño María en el horno, en ese caso lo tendremos unos 35 o 40 minutos.
No estaba muy segura de que saldría de este experimento, pero según mis amigos fue todo un éxito.
Tiene la textura de un flan de huevo, suave y delicioso pero sin leche.
Y otra versión riquísima es este pastel de naranja y caramelo de nuestra amiga chus de El crepitar de los Fogones.