Salí con un papel que me dio el pediatra que nos llevaría durante los próximos dos años, en el papel ponía:
Alimentos a evitar: mantequilla, leche, yogures, helados, quesos, bollería industrial.
También me habló de unos listados de "E" que podía descargar en internet para ir descartando alimentos a la hora de comprar.
La famosa lista de aditivos...recuerdo ir hacer la compra como la peor de mis pesadillas, primeriza, con 23 años, un bebé llorando y una lista interminable de E que a los pocos meses podía decir de memoria como si se tratara del temazo del verano.
Pero hace unos años esa pesadilla acabó y esas listas quedaron "obsoletas" gracias a la normativa europea sobre declaración obligatoria de alérgenos alimentarios.
El Reglamento Europeo 1169/2011 es de obligado cumplimiento y regula la información sobre alérgenos que se debe proporcionar al consumidor.
Así pues si un producto envasado contiene alguno de los 14 alérgenos de obligada declaración como son la leche de vaca, huevo, cacahuetes, frutos secos, pescado, soja, crustáceos, moluscos, cereales con gluten, apio, mostaza, sésamo, altramuz, dióxido de azufre o sulfitos tienen que leerse en el etiquetado de manera clara y legible.
Otra cosa son las trazas o la contaminación cruzada, ya que el Reglamento no marca como obligatoria la declaración de la presencia de trazas o contaminación cruzada.
Mi recomendación como madre es revisar siempre el etiquetado de cada producto, aunque sean unas galletas que llevas consumiendo años pueden cambiar la composición en cualquier momento y comprar marcas de confianza, bien sean marcas especializadas en alérgicos o marcas que remiten a etiquetado (por el tema de las trazas)
Recuerda siempre seguir las indicaciones de tu especialista.
Besitos