La verdad es que yo soy consumidora compulsiva de café, aunque suelo comprarlo en grano y molerlo en casa para la cafetera. Sin embargo, el café soluble es fabuloso para la repostería, mucho más sencillo de utilizar al no tener que incorporar líquido a las preparaciones, aportando toda la intensidad de sabor.
Si además hay niños en casa, pues nada mejor que el descafeinado, sin duda alguna. Nescafé es sinónimo de calidad y utiliza un proceso con sólo agua para descafeinar el café, sin incorporar productos químicos, y eso reconozco que me encanta. Por supuesto, sin perder ni una pizca de aroma ni de sabor, así que el resultado de esta mousse de café y caramelo es sencillamente maravilloso.
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Mousse de café y caramelo
Ingredientes para 4 personas
Para la base de galleta:
90 g de harina.
10 g de cacao en polvo.
50 g de mantequilla a temperatura ambiente.
25 g de azúcar blanquilla.
Para la salsa de caramelo:
100 g de azúcar blanquilla.
50 g de agua.
200 g de nata (crema de leche) líquida para montar.
Para la mousse:
1 sobre (2 g) de Nescafé descafeinado.
3 yemas de huevo.
3 hojas de gelatina.
200 g de nata (crema de leche) líquida para montar.
Para la crema de nata (crema de leche) y queso:
100 g de queso crema tipo Philadelphia.
50 g de azúcar glas.
100 g de nata (crema de leche) líquida para montar.
un poco cacao en polvo para decorar
Preparación:
1. Para preparar la base de migas de galleta de chocolate, tenemos que mezclar todos los ingredientes en un bol, con ayuda de las manos, hasta formar una especie de migas.
2. Ponemos estas migas sobre una bandeja de horno y las horneamos a 180ºC hasta que empiecen a estar crujientes (unos 15 minutos). Retiramos del horno y dejamos enfriar completamente.
3. Para la salsa de caramelo, ponemos en un cazo el azúcar y el agua y formar un caramelo oscuro. Es importante no remover el caramelo con una cuchara, sino que hay que mover el cazo para que se vaya mezclando todo. Una vez hecho el caramelo, retirarlo del fuego y con muchísimo cuidado, añadir los 200 ml de nata (crema de leche), removiendo para que no se formen grumos de caramelo. Dejar templar.
4. En un bol, batir ligeramente las 3 yemas de huevo. Añadir poco a poco la salsa de caramelo, que habremos dejado templar, removiendo para que no se cuajen las yemas. Llevamos esta mezcla de nuevo al fuego, y la cocinamos a fuego suave hasta que espese; debe tener la textura de unas natillas. Entonces, añadimos el café soluble y removemos hasta su total disolución. Ponemos la crema en un bol y tapamos con film transparente sobre la superficie. Dejamos que se enfríe completamente.
5. Poner a remojo las hojas de gelatina en agua fría. Calentamos 2 cucharadas de agua y disolvemos en ellas la gelatina escurrida. Añadimos esta gelatina a la crema de café que teníamos reservada.
6. Montamos los 200 g de nata (crema de leche) con ayuda de unas varillas, hasta que esté firme. Vamos añadiendo poco a poco la crema de café a la nata (crema de leche), mezclando cuidadosamente con ayuda de una espátula, con movimientos envolventes.
7. En unos vasitos, cubrimos el fondo con una capa de migas de galleta. Sobre ella disponemos la mousse de café. Reservamos en la nevera hasta que esté bien firme, lo mejor es dejarla hasta el día siguiente.
8. Por último, preparamos la crema de queso mezclando el queso crema con el azúcar glas y añadiéndole poco a poco los 100 g de nata (crema de leche) que previamente habremos montado con ayuda de unas varillas. Ponemos esta crema en una manga pastelera y la repartimos decorativamente sobre las mousses.
9. Podemos decorar la parte superior espolvoreando cacao en polvo con ayuda de un colador de malla fina.