Me parece algo muy socorrido para salir del paso, aunque la textura no se parece a uno horneado en mas tiempo pero claro lo compensa con su sencillez.
Para su elaboración solo se precisa un cuenco apto para microondas y luego un tazón o taza con una capacidad de mínima 250 ml, las medidas siempre son en cucharadas (por aquello de la sencillez :-p). Los ingredientes son:
- un huevo grande
- 1 y 1/2 cucharadas soperas de mantequilla
- 2 cucharadas soperas de chocolate fondant troceado o rallado
- 2 cucharadas soperas de azúcar
- 1 y 1/2 cucharada sopera de harina
- 1/4 de cucharadita de levadura química
- 1 cucharada sopera de fresas troceadas pequeñas (tenía que aprovechar que están en temporada)
En un cuenco se pone la mantequilla y el chocolate fondant y se funde en el microondas durante unos 30 segundos aproximadamente.
Luego se le añade el azúcar y el huevo y se bate enérgicamente con un tenedor o una varilla pequeña.
Se le añaden las fresas trituradas y finalmente la mezcla de harina y levadura.
Luego se le pasa la mezcla a una taza o tazón apta para microondas y nos aseguramos que la mezcla quede como mínimo a 3 ó 4 cm del borde (para evitar el desbordamiento).
Se introduce en el borde del microondas a 800-850W de potencia durante un minuto y luego se gira el recipiente 180º sobre si mismo (es decir si el asa estaba hacia afuera luego se le pasa hacia adentro) para que nos salga centrado y se le vuelve a poner 50-60 segundos a 600-650W de potencia.
Se deja enfriar unos minutos y se toma templado.
Las ventajas de este tipo de repostería es que es rápida, limpia y sencilla, aunque no tiene la textura o esponjosidad de un bizcocho horneado durante mas tiempo y con un levado lento pero es ideal para una merienda rápida o para ofrecer a una visita inesperada.
Yo repetiré seguro ya que a mis hijos si les ha gustado...... otra cosa para añadir en su exclusiva lista de dulces que le gustan.