Las comidas en Navidad suelen ser más copiosas de lo que en realidad estamos acostumbrados, y además de ofrecer alguna infusión que ayude en la digestión, siempre hay alguien no demasiado amigo de las mismas que prefiere un bajativo un poco más fuerte.
Este año he hecho LIMONCELLO, una bebida de origen italiana que resulta de la maceración de limones en un alcohol de alta graduación.
Los que me seguís, sabéis de mi gusto por el azúcar moreno, y en ésta ocasión, y esperando que los italianos no se ofendan, he hecho una variación en la receta utilizando dicho azúcar y cambiando considerablemente el color tan característico de ésta bebida.
7 limones grandes
1 litro de vodka
1250 ml de agua
750 gr de azúcar
En primer lugar lavamos los limones, preferiblemente con un cepillito para quitar las posibles impurezas depositadas en la `piel, y los pelamos con cuidado para quedarnos sólo con la piel.
Ponemos la piel en un frasco y cubrimos con el vodka.
Tapamos el frasco y lo guardamos 7 días en un lugar oscuro.
El día 6 ponemos a hervir agua y añadimos el azúcar. Removemos bien hasta que se deshaga y lo dejamos enfriar 24 horas.
Sacamos la cascara de limón del frasco y añadimos el alcohol al jarabe de azúcar.
Ahora sólo queda enfriar y disfrutar de una bebida muy digestiva y del agrado de la mayoría.
Os recomiendo que pongáis la fecha de la elaboración, aunque dura 2 años, es bueno tenerlo controlado.
La piel del limón podéis ponerla en cuencos por la casa y tendréis un ambientador espectacular.
Es un regalo ideal para vuestros amigos. Siempre algo hecho por nosotros mismos es un detalle irremplazable.
Ya me diréis cómo van vuestros preparativos navideños. Recordad que el calendario tiene vida.
BUEN FIN DE SEMANA.