El Limoncello es un licor de limón con un sabor muy agradable, su origen es italiano. Se fabrica de forma artesanal en la Península de Sorrento y en la isla de Capri, se sirve como digestivo bien frío incluso como aperitivo mezclado con cava está riquísimo.
Los licores caseros solo tienen la dificultad de conseguir un buen alcohol de base, por si hay algún despistado os recuerdo que el alcohol de farmacia no es apto para el consumo, contiene aditivos perjudiciales para la salud, (cloruro de benzalconio) por eso no está sujeto a los impuestos que pagan el resto de bebidas alcohólicas porque no lo es. Para hacer licores mejor recurrimos al aguardiente de calidad e incluso al vodka o al orujo.
Para este limoncello he usado aguardiente y ha salido muy bueno.
Receta limoncello:
½ l. de alcohol
5 limones
1l. de agua mineral
½ k de azúcar
Una botella limpia y seca
Solo vamos a utilizar la piel de los limones, después de lavarlos con cuidado y secarlos se pelan procurando cortar solo la parte amarilla de la piel, la parte interior blanca nos va a dar un sabor amargo desagradable. Ponemos en un tarro con tapa hermética el alcohol que utilicemos junto con las pieles. Lo dejamos bien cerrado en un sitio oscuro para que macere, 20 días es suficiente.
Cuando pase ese tiempo colamos el alcohol y en un cazo aparte preparamos un almíbar suave con el agua y el azúcar dejándolo hervir a fuego suave unos 15 minutos, apartamos del fuego y dejamos enfriar.
Ya solo nos falta mezclar el almíbar con el alcohol de la maceración y pasarlo a la botella que hayamos elegido. Dejamos que repose unos días y ya está listo para consumir. Es aconsejable conservarlo en la nevera.
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