El título de esta receta no deja de ser una redundancia, Hummus significa garbanzo, pero creo que así nos entendemos mejor. Está tan bueno que no paran de surgir nuevas variedades, éste es el clásico. Deberíamos llamarlo Hummus de tahine en vez de hummus de garbanzo.
Según dicen, el origen de este plato es egipcio pero se conoce más como un plato libanés y en general de todo oriente medio con variedades infinitas según las zonas.
No voy a deciros que vamos a hacer el verdadero, que va, solo digo que vamos a ver la receta del Hummus de garbanzo que a mi me encanta y seguro que si lo pruebas también te gustará.
Es un plato muy fresco ideal para compartir, muy fácil de hacer y con unos ingredientes muy sencillos que siempre hay en casa, a no ser uno de ellos, la pasta tahine, que puede ser algo mas dificil de encontrar. Es una pasta a base de aceite y sésamo que le da un sabor caracteristico muy agradable. En grandes superficies y en algunos supermercados suele haberla. Si no la consigues, se puede sustituir por aceite de sésamo que creo que lo hay en mas sitios y le da un toque muy rico, o bien puedes hacerla en casa. Se trata de tostar y machacar granos de sésamo, sal y añadir aceite en doble cantidad hasta conseguir una pasta fina.
Y vamos allá con la receta:
INGREDIENTES para el hummus de garbanzo:
1/2 kg. De garbanzos cocidos. Sirven en conserva bien lavados.
Zumo de 1 limón
2 dientes de ajo
1/2 cucharada de comino molido
2-3 cucharadas de tahine
Sal
Pimienta negra molida, unos golpes
Pimentón dulce
Aceite de oliva virgen
ELABORACIÓN:
Solo tenemos que poner en la batidora, si es de vaso mejor, mas cómodo, todos los ingredientes salvo el aceite y el pimentón que yo los pongo al final.
Trituramos hasta conseguir una pasta fina bastante consistente. Si queda demasiado densa añadimos unas cucharadas de agua. Probamos para ver si está a nuestro gusto de sal y especias (no vale hacer trampa como yo que la pruebo y la pruebo mil veces porque ¡me encanta!) La pasamos a un bol, le ponemos unos hilitos de aceite de oliva, espolvoreamos con pimentón, y listo.
La podemos servir para tomar con pan pita calentito, es lo suyo, pero no desmerece nada con pan tostado, tortillas de trigo, patatas chip o crudités.
Se puede variar de muchas forma, añadiéndole cilantro, aceitunas, canela, perejil y cualquier cosa que os guste, el garbanzo es agradecido y combina bien con muchas cosas.
¡A disfrutar!