Hace ya algunos años tuve la fortuna de visitar una de las ciudades mas bonitas y a su vez mas caóticas que recuerdo: Roma
De allí vine totalmente enamorado de sus monumentos, su gastronomía y sus excelentes licores.
Así fue como conocí en primera persona lo que era el Limoncello y reconozco que quede encandilado.
Muuuuuchos años después ha sido cuando he comenzado mis aventuras en la cocina y aunque después de aquel viaje lo he bebido muchísimas veces y de diferentes marcas, tenia pendiente el poder realizarlo artesanalmente en casa.
Y así es como surge esta receta. Espero que lo disfrutéis y aunque veáis que no es que se prepare precisamente en 5 minutos, el resultado merecerá la pena, os lo aseguro.
Limoncello casero
Ingredientes:
1 kg. de limones
750ml. de vodka neutro
1L. de agua mineral
800gr. de azúcar
Elaboración:
Lavamos bien los limones, frotando si fuese necesario para eliminar todas las impurezas.
Pelaremos los limones quedándonos solo con la parte amarilla, sin nada de blanco. Para ello podemos usar un pelador de patatas, que nos facilitará muchísimo el trabajo.
Pondremos todas las pieles en un frasco hermético junto con el vodka. Removeremos bien y cerraremos.
Pondremos nuestro frasco en un sitio donde no le de la luz del sol durante 14 días. Con ello conseguiremos que se maceren las pieles del limón y le traspasen a nuestro alcohol todo su sabor, color y aroma.
Pasado el tiempo, colaremos y nos quedaremos con el líquido. Como observaremos es de un precioso tono amarillo mientras que las pieles habrán perdido su color.
En un cazo pondremos el agua y el azúcar. Llevaremos a fuego medio unos 12/15 minutos, removiendo de vez en cuando. Veremos que se formara un almíbar.
Vertemos ese almíbar sobre el líquido que teníamos reservado de la maceración de los limones. Removemos con una cuchara para que se mezcle bien y lo repartimos en los recipientes que vayamos a utilizar.
Dejaremos reposar una semana para que asiente perfectamente antes de consumir.
Servir bien frío y/o acompañado de unas piezas de hielo.