Hoy te comparto una vivencia personal…
Ahi estaba como yo , sentada en una silla esperando su turno. No conocíamos a nadie, todo era nuevo y daba un poco de miedo…Que seria?, dolería? como lo harían?
Pero en un segundo nos miramos, entre tanta gente , yo vi solo su mirada…
Sus enormes ojos, su cabello negro y su rostro hermoso , tal vez llamaron mi atencion, su mirada fuerte y segura, lo que yo necesitaba en ese momento , ese dia…
Siempre me pregunto porque?, como fue que ese “ hola” nos uniría para siempre, que seriamos amigas y nada nos separaría,… nada.
Luego empezó la charla con dos más, otras dos mujeres super fuertes, y con tanta energía !! No entiendo como, pero de repente en ese momento tan duro y difícil , nosotras supimos refugiarnos en una hermosa amistad, y así todos los días al salir de los Rayos, íbamos a tomar un café, y cada una iba contando de a poco su vida, sus proyectos, el dia a dia…, y cuando llegaba el viernes dolía a veces la despedida hasta el lunes.
Parece increíble pero así era…
En una cena festejando que una ya terminaba su tratamiento, bautizamos nuestro grupo como “ Rayitos de Luz”.
Y con ese nombre , y con nuestra amistad, se transformó esa palabra que nadie nombra… y ese tratamiento que nadie busca y ese miedo del que nadie habla…en una aventura de cuatro amigas que se divertían y disfrutaban juntas.
Nada hubiera sido igual sin ellas, todo fue distinto por ellas.
Por eso , nos une muchos más que esos días , nos une un proceso que cada una tuvo que sanar y madurar.
Y en ese madurar, Cristina y yo fortalecimos una hermosa amistad.
Ella le da sentido a un momento de mi vida que en vez de ser traumático, se lleno de amor y vivencias compartidas.
Yo hoy les comparto este escrito, por todas las personas que estén pasando por un tratamiento, por una enfermedad o por un momento difícil,
Para transmitirles lo que yo viví, cuando atravesé mi proceso del Cáncer, y como se le puede dar sentido a una situación ,a cualquier situación de la vida que nos abruma, que nos atrapa y no nos deja ver la salida, y no nos permite disfrutar de lo bueno y hermoso que sigue pasando a nuestro alrededor, buscando en medio de esa oscuridad, la puerta por donde entre la luz, como la de nuestros Rayitos de luz…
Rayitos de luz… que nos fortalecieron, que nos ayudaron a transitar un momento duro, con risas, con días difíciles pero donde no faltaba el apoyo, el abrazo, la palabra…
Rayitos de luz… que brillaron cuando en esa sala, la oscuridad helaba.
Rayitos de luz… que iluminaron un camino distinto para andar, que nos enseñaron un atajo para encontrar sentido a ese baldazo que nos dio la vida, para dejar al corazón libre , sin que la angustia lo oprima.
Tuvimos esa bendición, las cuatro, fuimos el rayo de luz para la otra, y juntas… juntas… fuimos IMPARABLES!!!