Se acerca el día más romántico, y también más comercial del año. Yo hace años que ya no lo celebro de ninguna forma especial, como mucho alguna cenita, pero por ser una excusa para salir sin niños, que no por nada en especial. Aunque sí que me gusta traer algunas ideas para endulzar de forma económica el día, que no todo el mundo puede acceder a regalos costosos...Varias veces me han pedido la receta de los cake pops, y, aunque los había hecho en alguna ocasión aún no había publicado ninguna receta de cake pops en el blog. Yo los he hecho con la base de un bizcocho red velvet, para "sanvalentizarlos" un poco, aunque se puede hacer con cualquier otro bizcocho, incluso con magdalenas, y luego ligaremos las bolas con lo que más nos guste, nocilla, queso crema, ganaché de chocolate, petit suisse o cualquier crema que se nos antoje. el único secreto que tienen los cake pops es introducir el palito de forma que luego no se desprenda de la bola y luego ponerle la cobertura con rapidez. Yo lo he hecho de forma tradicional todo, con chocolate blanco de cobertura, aunque existe un chocolate especial para cake pops, que es el candy melts, que viene en pastillas y como tenemos muchos colores da más juego, aunque yo he preferido hacerlo de forma que todos podáis acceder a la receta. Con ingredientes de andar por casa.
INGREDIENTES:
Para el bizcocho red velvet:
65 gr. de mantequilla (a temperatura ambiente)
140 gr. de azúcar
1 huevos
140 gr. de harina de repostería
8 gr. de cacao en polvo (yo he puesto Valor)
Media cucharadita de levadura en polvo tipo Royal
Media cucharadita de bicarbonato sódico
1/4 de cucharadita de sal
120 gr. de buttermilk (el mío de LIDL, también lo hay en ALCAMPO)
1 cucharada de colorante rojo en gel (Yo el puesto el red red de Wilton)
Media cucharadita de vinagre blanco
Media cucharadita de extracto de vainilla
Para ligar el relleno:
150 gr. de queso crema
Para la cobertura:
Chocolate blanco de cobertura (2 tabletas)
Sprinkles para decorar
PREPARACIÓN:
Primero haremos el bizcocho, yo he usado un molde plum cake para ello, aunque la forma da igual, puesto que luego es para deshacerlo. Precalantamos el horno a 170º y tamizamos los ingredientes secos: harina, levadura, cacao, sal y bicarbonato. Reservamos. Después preparamos el buttermilk, vinagre, extracto de vainilla y el colorante. Removemos bien hasta integrar todos los ingredientes y veamos el color rojo que ha adquirido con el colorante. Batimos la mantequilla con el azúcar (yo lo he hecho con la pala mezcladora de la kitchen aid, podéis usar unas varillas) hasta que blanqueen. Después añadimos el huevo y seguimos batiendo. Ahora iremos alternando los ingredientes secos con los líquidos, empezamos añadiendo una tercera parte de los secos, después una mitad de los líquidos, seguimos con otro tercio de los secos, echamos el resto de los líquidos, y por último añadimos el resto que nos queda de los secos. Todo ello sin parar de batir. Sacamos la masa y añadimos en el molde engrasado. Horneamos durante unos 40 minutos, o hasta que al meter una brocheta ésta salga seca. Dejamos unos minutos dentro del molde antes de desmoldar. Desmoldamos y enfriamos sobre una rejilla y tapamos con papel de aluminio y reservamos como mínimo unas horas, o de un día para otro.
Después trituramos el bizcocho, junto con la crema de queso, hasta conseguir una masa fácil de manejar con las manos, y con ésta vamos haciendo bolas medianas. Introducimos en el congelador durante una media hora. Calentamos un poco de chocolate blanco en el microondas o al baño maría y vamos mojando el palito que vamos a usar dentro del chocolate, después introducimos en la bola, sin profundizar en exceso, y veremos como pronto solidifica el chocolate y el palito se queda bien fijo a la bola. Metemos en el congelador unos minutos, mientras vamos derritiendo el resto del chocolate al baño maría. Habrá que hacerlo en pequeñas cantidades, ya que de lo contrario el chocolate se nos enfriará y ya no quedará bonita la cobertura. Por lo que es conveniente derretir cada vez la midad de una tableta, y con esa cantidad haremos seis o siete.
Una vez que el chocolate esté derretido iremos introduciendo cada cake pops dentro y cubriendo bien, dejamos unos segundos que suelte el exceso de chocolate y pinchamos en algún sitio para que vaya solidificando (yo lo he hecho en un expositor que viene preparado con agujeros, aunque podéis ponerlo también dentro de un vaso, evitando que se rocen, y ahí irán secando, que no tardará mucho. Así sucesivamente. Cuando se nos acabe el chocolate pondremos a derretir más para hacer una nueva tanda. Y antes de que solidifique el chocolate añadiremos los sprinkles que más os gusten para decorar, yo en este caso he puesto labios rojos. Luego introducimos en el frigorífico para que termine de endurecer, aunque sacaremos antes de tomar para atemperar un poco. Podéis presentarlo en un macero o jarrón bonito, pinchándolo en corcho blanco o el típico corcho blanco para macetas. Y si los vaís a desplazar lo suyo es cerrarlo con bolsitas y un lazo bonito. Con una bonita presentación seguro que triunfáis y veréis como gustan mucho, tanto a niños como a mayores. Como véis he usado unos palitos morados que tenía, pero como el color no me convencía mucho esos palitos los he forrado con una pajita roja que he cortado del mismo tamaño, aún el chocolate estaba caliente cuando lo he hecho por lo que ha atrapado el extremo de la pajita y se ha quedado también fija a la bola, con ello he conseguido un efecto mucho más bonito.
Ya véis que no tienen mucha dificultad y si queréis probar a hacerlos, mucho más fácil, podéis hacerlo con magadalenas comerciales y un poco de Nocilla o Nutella, ya veréis como triunfáis con un regalo tan original y dulce.
Intentaré traeros alguna idea más para este San Valentín.
Feliz miércoles.
Lidia.