Algún día hay que atreverse con recetas un poco menos básicas, y así hacer un homenaje a todas las abuelas y madres del mundo que llevan haciendo dulces de Semana Santa toda la vida. Van por ellas estas rosquillas de anís, en mi caso ayudado por Thermomix (bueno, y un poco por el gato).
Si yo puedo, todos podéis, incluso sin Thermomix, que tampoco es tan complicado. Lo ideal, como hacía mi madre, juntarse con amigos y pasar el día entre risas y confidencias. Yo las preparé para la fiesta ‘no birthday day’ en uno de los colegios donde doy clase y volaron, aunque dos transfugas, que no vinieron, nos dejaron sin bebidas y entre chuches, bocadillos de nocilla y rosquillas casi nos da un atragantón.
Rosquillas de anís
Para 25-30 rosquillas
Dificultad: media
¿Qué se necesita?
Para la masa: 200 gr de azúcar, la piel de un limón y de una naranja, el zumo de una naranja, 100 gr de aceite de oliva, 3 huevos, 550-600 gr de harina (depende del tamaño de los huevos), 1 sobre de levadura, 45 gr de anís dulce, un pellizco de sal.
Para el rebozado: azúcar y canela
¿Como se hacen las rosquilla de anís?
En una sartén ponemos los 100 ml de aceite, calentamos y freímos la piel de naranja dentro unos minutos. Parece que esto es para aromatizar al aceite. Dejamos enfria completamente.
La piel de limón, así, la monda entera, la ponemos en el vaso y pulverizamos velocidad 5-10 progresivo. Cuando acabes lo sacas a un recipiente y lo reservas.
Busca la mariposa, que Manu habrá puesto por ahí y cuando la encuentres la pones sobre las cuchillas y añades los huevos y el azúcar. Programa 4 minutos, 37º velocidad 3,5. Luego, 4 minutos más, misma velocidad pero sin temperatura ¡Qué cosas! ¿No tienes Thermomix? da igual, te coges un batidor o esa de varillas y le das caña al tema, al final consigues una crema montada que se habrá hinchado.
Quitamos la mariposa, y ya que estás, la lavas y la guardas ¡en su sitio! y después, agregas el zumo de naranja, la piel de limón, el aceite, el anís y la sal. Mezcla 5 segundos en velocidad 3. A continuación, la mitad de la harina y la levadura y mezclar 10 segundos en velocidad 6 y luego el resto de la harina y mezcla 15 segundos en velocidad 6. La masa es pastosa, blanda y pegajosa pero se tiene que separar de los bordes del vaso, si no es así corrige, como yo los exámenes, con un poco de harina (de 50 en 50 gramos) y amasa velocidad espiga 1 minuto. Deja reposar la masa 10 minutos. A los que no tenéis Thermomix, pues en un repiente grande vais echando los ingredientes como os indico y vais mezclando con las manos.
Pon aceite de girasol en una sartén y pon bastante, no me seas… Y mientras se calienta formamos las rosquillas de anís. La masa se pega mucho a las manos así que ponte aceite en las manos para trabajarla, si es de oliva mejor que mi amiga Noelia decía que era el mejor hidratante.
Para formar las rosquillas, ve formando bolitas de masa que irás dejando sobre un papel de hornear, al que también podéis untar de aceite. Que todas sean más o menos iguales. Luego, coges una bola de masa, le pones con el dedo un poco de agua y sobre esta, otra bola de masa. Con el dedo gordo haces un agujero en el centro y estiras un poco para que el orificio crezca.
Freímos unos minutos por cada lado y sacamos a un plato con papel absorbente. Cuando estén todas listas las rebozamos en una mezcla de azúcar y canela. Están más buenas al día siguiente.
FranConsejos
Mirad, es Semana Santa, estamos de vacaciones así que, esta vez, comed todas las rosquillas de anís que os vengan en gana, ya será tiempo después de volver a la rutina, al deporte y a la operación bikini. Se lo debemos a nuestras abuelas y madres que han mantenido la tradición ¿o no? ¡Hala, a ver procesiones!