Su origen se remonta al antiguo Imperio Romano, época en la que su receta se fue extendiendo por parte de Europa y de la cuenca mediterránea.
Entre las rosquillas de San Isidro, patrón de mi ciudad Madrid, que se celebra el día 15 de mayo, existen cuatro variedades diferentes de rosquillas, que se diferencian únicamente por su acabado final y no en la masa... son las (rosquillas tontas) que su sabor es intenso a anís, (rosquillas listas) que su acabado es con un bañado de azúcar glass, también están las (rosquillas de Santa Clara) que se preparan con un bañado de clara de huevo, y finalmente las (rosquillas francesas) que se rebozan en almendra picada.
Hoy vamos a preparar las rosquillas tontas, que son las sencillas, con un sabor intenso a anís, y rebozadas en azúcar.... ummmmm riquísimas.
No tengáis miedo a prepararlas. La receta es tan sencilla, que cualquiera puede hacerlas y quedan estupendas.
Ideales para cualquier ocasión y siempre quedarás bien, ya que son perfectas para la merienda con un cafecito o con una copita de licor. Además cunde bastante y os dará para preparar una buena cantidad de ellas, y duran muchos días .... bueno si os podéis aguantar jajajaja.
Comenzamos.
Ingredientes:
Salen entre 25-30 rosquillas.
500 grs de harina de repostería.
4 huevos.
50 ml de leche.
1 Sobre de levadura.
Ralladura de un limón, y una naranja.
10 cucharadas de azúcar.. (para la masa).
7 Cucharadas de aceite de girasol.
1 Chupito de anís.
1 Cucharada de anisetes.
Aceite de girasol para freírlas.
Azúcar para rebozarlas.
Preparación:
Lo primero que vamos a hacer, será batir los huevos junto con las 10 cucharadas de azúcar en un bol grande, hasta que salga espumita.
Añadimos la ralladura de limón y naranja, con cuidado de no llegar a lo blanco, ya que esto amargaría.
Seguidamente le ponemos la leche, el chupito de anís, y los anisetes. Mezclamos todo muy bien.
Echamos el aceite de girasol (también se puede poner de oliva, aunque para la repostería yo suelo utilizar de girasol, porque para mi gusto, su sabor final es más suave) pero eso ya a gustos.
Le ponemos el sobre de levadura y la harina, que no hace falta tamizarla. Mezclamos todos los ingredientes muy bien con una cuchara de madera, y cuando estén todos los ingredientes bien unificados, utilizamos las manos para el amasado final.
La masa nos tiene que quedar, consistente. (Si admite un poquito más de harina, le ponemos un poco... no demasiada para que luego no nos queden duras las rosquillas).
Se nos pegará en las manos, eso es normal. Lo que podemos hacer para manejar mejor la masa y no se nos pegue demasiado, es untarnos las manos con un poquito de aceite.
Dejaremos la masa tapada con un trapo o film, y la guardaremos en la nevera de dos a tres horas.
Pasado este tiempo, haremos la forma de las rosquillas. Yo os aconsejo que os untéis las manos con un poquito de aceite y así será más fácil moldearlas.
Cojemos un poco de masa, como una pelotita, y hacemos un churro, y unimos los extremos. O cojemos una bolita de masa, y le hacemos un agujero. Probar de las dos maneras, y elegir la que os sea más fácil.
Calentamos abundante aceite de girasol en una sartén, a fuego medio-bajo....
Nota: Es MUY importante que el aceite no esté muy caliente en todo el proceso de freírlas, ya que se quemarían por fuera y quedaría la masa cruda por dentro... Ojo con esto !!!
Vamos haciendo las rosquillas en tandas, y cuándo veamos que se doran un poquito por ambos lados, sacamos y dejaremos en una bandeja con papel absorvente.
Aún estando un poco calientes, rebozamos las rosquillas por azúcar.
Dejamos enfriar y listas....
Para que os duren perfectas y blanditas varios días, guardarlas tapadas en una cajita o ponemos un trapito por encima, estarán muy jugosas y esponjosas....
Fáciles, baratas y deliciosas... Se puede pedir más ????
Venga !!!! a preparar rosquillas...
Espero que os guste...