Personalmente cocinar sardinas en la cocina procuro evitarlo, pues limpiarlas de escamas suele embozar la fregadera y para mi, además, es tarea tediosa, pero cocinarlas en un fuego de leña, es limpio, rápido y quedan deliciosas.
Aunque yo no le puse limón, si una vez asadas las rociáis con limón quedan aún más ricas.
Ingredientes (2 personas):
1/2 kg de sardinas
Aceite de oliva
Sal gruesa
Preparación:
Lo más difícil de esta receta es encender el fuego.
Una vez encendido el fuego, esperamos que bajen las llamas y colocamos las sardinas sobre la rejilla del fuego.
Yo utilice una rejilla doble para ir dándole la vuelta a las sardinas de una sola vez, pero también con ayuda de unas pinzas se puede dar la vuelta a las sardinas colocadas directamente sobre la rejilla.
Una vez colocadas las sardinas, las rociamos con abundante sal gruesa y un generoso chorro de aceite de oliva.
Damos la vuelta a las sardinas cuando cambien de color, rociamos nuevamente de sal y aceite por su otro lado.
En unos 10 minutos tendremos terminadas las sardinas por ambos lados, servir y comer calentitas.