Las sardinas, que en un principio fueron apartadas de la cocina por ser pescado azul (o quizás por su precio bajo), han demostrado después tener unas características nutritivas extraordinarias.
El olor que desprenden al ser asadas o fritas, si bien es una llamada de los sentidos, después es molesto.
Esto ya lo habíamos subsanado en recetas anteriores solo con hacerlas al horno.
RECETAS SIMILARES: Sardinas al horno.
FUENTE: Simone Ortega (1080 Recetas)
INGREDIENTES
1/2 Kg. de sardinas.
Espinacas (1,5 Kg. frescas ó 1/4 congeladas).
Mantequilla.
Un tomate maduro.
Una cebolla tierna.
Aceite de oliva virgen extra.
Vino blanco.
Romero
Piñones.
Queso rallado.
Sal y pimienta.
ELABORACIÓN
Si las espinacas fueran frescas, cocerlas previamente. Después picarlas y se rehogan con dos cucharadas de mantequilla, sal y pimienta. Reservar.
Preparamos las sardinas. Quitamos las cabezas y tripas, abrimos por la mitad y quitamos la espina central. Lavamos y dejamos en un plato con papel absorbente.
Salamos ligeramente las sardinas, colocamos un poco de la espinaca rehogada en el centro y enrollamos. Vamos colocando en una fuente de horno.
Cuando acabemos las sardinas, completamos el centro con el resto de las espinacas y rallamos encima una cebolla tierna. Terminamos colocando unas rodajas de tomate y unos piñones.
Distribuimos medio vaso de vino blanco, sal, pimienta. romero y un hilo de aceite por encima.
Espolvoreamos queso rallado por encima y pasamos al horno precalentado a 180º C durante 15 minutos.