Este mes con a vuelta al trabajo, he vuelto a romperme la cabeza con qué llevarme al trabajo para comer a media mañana. Porque aunque en el colegio ponen un montón de comida casera que está muy buena, yo prefiero llevarme mi propio desayuno, pues cuando voy al comedor no controlo y acabo comiendo de todo (pizza, bizcocho, sandwich...todo el mismo día ).
Normalmente me llevo un sandwich, yogur con cereales, tortitas con pavo...pero hace poco le estuve echando un vistazo al segundo libro de Fit Happy Sisters y encontré esta receta de pastas saladas que es super fácil de hacer. Lleva muy pocos ingredientes y se puede hacer aprovechando que enciendes el horno para otra cosa.
Ingredientes (para unas 10-12 galletas):
100g de harina de avena
5g de mezcla de semillas (por ejemplo, éstas de Linwoods)
40g de semillas de calabaza
30 ml de aceie de coco derretido (o de oliva)
1 cucharadita de sal marina
Para hacerlo:
Verter sobre la mezcla de semillas 100ml de agua templada. Remover bien y dejar reposar hasta que la consistencia sea algo más espesa.
Mientras, juntar en un bol la harina de avena con la sal. Cuando estén listas, añadir las semillas remojadas y batir con unas varillas. Agregar el aceite y las semillas de calabaza. Volver a remover y añadir 2 o 3 cucharadas más de agua si vemos que la mezcla ha quedado muy espesa.
Hacer bolitas con la mezcla y después aplastarlas para darle forma de galleta y colocarlas en una bandeja cubierta con papel vegetal. Otra opción es repartir la mezcla de forma homogénea en la bandeja y cortarla con una espátula dándole forma de barritas.
Hornear durante 20 min a 180º, darles la vuelta y hornear durante 5 minutos más para que queden crujientes.
Son ideales para picotear entre horas o llevar en el bolso. ¿A vosotros os gustan más los snacks duces o salados?.
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