Para este sweet sixteen, la mamá me encargó galletas y me pasó unas cuantas fotos de Pinterest como modelo. Se trataba de unas cookies de NatSweets con inscripciones como make a wish -piensa un deseo- o she leaves a little sparkle wherever she goes -ella deja un poco de brillo donde quiera que va-.
Las galletas eran prácticamente las mismas que otras que ya había hecho anteriormente, inspiradas en NatSweets, lo cual no me emocionó demasiado. Primero porque no me gusta copiar ideas de otras galleteras, y segundo porque no me quiero repetir. Pero las cookies de NatSweets son tan bonitas -y a la mamá le hacían tanta ilusión- que accedí.
Mi reto personal fue que en las 3 docenas de galletas hubiese exactamente 36 modelos diferentes: todas las galletas debían ser distintas. Manteniendo la esencia de las originales pero sin repetirme, utilizando tonos de rosa, gris y crema, oro y las famosas inscripciones she leaves a little sparkle wherever she goes o make a wish.
Las hice rosa oscuro, rosa claro, gris oscuro, gris claro y crema. De cada color hice dos texturas diferentes: de delineado o 5 segundos y de relleno o 10 segundos. El icing de color crema lo hice con unas gotitas de mi colorante favorito.
Primero rellené los fondos de las galletas, y luego añadí el oro con el aerógrafo o pintando y salpicando con un pincel.
El icing de color crema lo había dejado muy espeso para poder hacer las letras, peeeeero no lo utilicé inmediatamente, sino 48 horas después. Así que ya había comenzado a disociarse y no mantenía su cohesividad, y esta es la razón de que mis letras hayan sido bastante fracaso. Por eso he hecho esta lista de las
Causas más comunes por las que unas letras de icing pueden convertirse en un desastre:
1º Azúcar de mala calidad o no suficientemente fino
2º Icing que lleva hecho demasiado tiempo y se disocia
3º Exceso de colorante en el icing
4º Icing mal mezclado o poco batido o
5º Que tu pulso sea un desastre y no te ayudes con nada
A pesar de todo, quedé contenta con el resultado. Una buena combinación de formas y colores, junto con materia prima de primera nunca puede quedar mal, aunque tenga fallitos. A mis clientas les gustaron mucho, y eso es lo que más me importa.
Ay, dieciséis, quién los pillara.