Fue una de las primeras recetas que cocinamos mi hermana y yo solas ( hace muchos, muchísimos años).
Es una receta infalible, riquísima y fácil a más no poder. Además rapidísima de preparar.
Ingredientes:
- 1 1/4 tazas de harina normal
- 1 huevo
- 1/2 cucharilla de sal
- 2 cucharadas de aceite
- 1 cucharada de azúcar
- 3 cucharillas de levadura química en polvo
- 1 taza de leche
Elaboración:
En un cuenco mezclar todos los ingredientes con una batidora eléctrica hasta que no queden grumos.
En una sartén o plancha caliente ir vertiendo la masa, yo uso de medida la garcilla de servir la sopa, pero puede ser una taza o lo que queráis.
La masa tiene que quedar espesa, pero que resbale bien de la cuchara.
Para saber cuando dar la vuelta a la tortita tienen que verse una burbujas en la superficie de la masa.
Lo mejor es comerlas calentitas, pero si sobran de un día para otro se pueden meter unos segundos en el tostador y quedan muy bien.
A mi marido le encantan con sirope de arándanos rojos, yo soy más tradicional y me inclino por el sirope de arce.
Elijas lo que elijas, estarán deliciosas.
Esta receta admite múltiples variaciones, puedes añadir arándanos frescos, chispitas de chocolate, trocitos de plátanos, fresas,....
Espero que las probéis y me contéis.
Fuente: este post proviene de En la cocina con Sandra, donde puedes consultar el contenido original.
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