Esta tarta es de las más sencillas que se pueden preparar, lo que más tiempo lleva es pelar las manzanas, así que no hay excusa para no prepararla.
Ingredientes:
- 1 base de masa quebrada
- 3 manzanas
- 250 ml. de leche
- 250 ml. de leche condensada
- 4 huevos
Elaboración:
Precalentar el horno a 160ºC.
Forrar un molde con la pasta, que puede ser comprarda o preparada en casa, pinchar el fondo con un tenedor, cubrir con papel de hornear, rellenar con garbanzos o arroz y hornear unos 6 ó 7 minutos.
Los garbanzos o arroz que uséis no los podréis cocinar, pero es conveniente guardarlos para otras veces.
Batir la leche con la leche condensada y los huevos.
Pelar las manzanas y descorazonarlas, cortarlas en láminas finas y añadir a la mezcla de leche.
Verter esta mezcla sobre la masa ( a la que previamente habremos quitado los garbanzos y el papel).
Cocinar a 160ºC unos 45 minutos, aunque el tiempo depende de cada horno. Queda blanquita por encima, así que podéis espolvorear un poco de azúcar y dorar al gril o con soplete de cocina.
Esperar a que enfríe del todo para servir.
Si lo preferís podéis cubrir con azúcar y canela o tal cual, sin dorar y sin azúcar.
Es una tarta muy rica, con textura de flan, los trozos de manzana le dan un sabor maravilloso y a pesar de la leche condensada no es demasiado dulce.
Sencilla y rápida de preparar, con ingredientes de los que siempre hay por casa.
¿A que es muy fácil?
Espero que la probéis y os guste, ya me diréis.