Pues… ¿os acordáis de las tartaletas de natillas con fresas? Pues ahí utilicé únicamente las yemas de los huevos, y reservé las claras para darles un uso posterior. Y la pereza me ganó por la noche, así que, como tenía unos panecillos “thins” y cebollino fresco en la nevera, hice unos bocadillos rápidos de tortilla y tomate. Pero la tortilla iba a ser sólo de claras, así que eché mano de un poco de emmental.
Lo primero fue la tortilla de claras de huevo. Para que resultase bien gustosa la puse un poco de pimienta recién molida, cebollino troceado pequeñito y un puñado de queso emmental.
La intención era que resultase bien gustosa, así que batí bien las claras con la pimienta, la sal y el cebollino, lo llevé a la sartén bien caliente con un poco de aceite de oliva y después puse el queso por encima. Al girar la tortilla el queso queda directo sobre la sartén y hace una pequeña costra que intensifica el sabor del queso y le da una textura diferente a la tortilla.
El montaje de los bocadillos no podía ser más fácil: un chorrito de aceite en cada parte del bocadillo, una porción de la tortilla, una rodaja de tomate de ensalada maduro y un poquito de sal por encima.
Receta exprés
¡Que aproveche!