Muy buenas gastrolovers!
Hoy os traigo una receta que tiene ese toque canalla que engancha. Muy food porn. Pura lujuria.
Una vez me dijo un gran cocinero que en realidad se cocina desde la memoria de nuestra vida. Reproducimos culinariamente nuestros recuerdos, plasmamos en nuestras creaciones olores, emociones y sensaciones ya vividas, interpretadas a través de la comida.
Esta receta es un claro ejemplo de ello.
Hace unos años pasé una etapa de mi vida en Alemania. De vez en cuando iba a Leipzig, una ciudad que me encanta y que os recomiendo que visitéis si no lo habéis hecho ya.
Una vez bajaba del tren, siempre me dirigía hacia la misma pequeña cafetería a tomar un Wild Chocolate, una auténtica delicia que solo encontré en ese pequeño bar. Llegué a pedirlo en otros establecimientos, explicando los ingredientes, pero nunca fue lo mismo.
El Wild Chocolate de esa pequeña cafetería del centro de Leipzig era un chocolate caliente con un poco de licor Jägermeister y nata montada (crema de leche). Se que suena raro, ¡pero era una delicia!
Estos Overnight oats (Avena que se deja en remojo durante la noche. Los copos absorven el líquido del remojo, de forma que su textura cambia a más densa y húmeda, parecida al pudding) que os traigo hoy, son un pequeño guiño a ese Wild Chocolate y a esa etapa de mi vida.
Para hacer overnight oats siempre prefiero hacer combinaciones sin fruta, ya que , aunque está muy rico, esa fruta estará todo la noche en el frigorífico. Empieza a oxidarse, pierde propiedades…además, la combinación cereales + fruta no es muy recomendable para la digestión, y por lo tanto, para la salud. Yo no llevo todos estos preceptos a rajatabla, pero si cómo norma general.
Los Wild chocolate overnight oats son 100% vegetales, veganos y sanos. Además de súper fácil y rápidos de hacer. Os he dejado en la banda sonora de mi cocina una canción llamada “Leipzig”, al final de la lista la podéis escuchar para ir preparando los siguientes ingredientes:
– 1 vaso de leche vegetal
– 6 C/S de avena en copos sin gluten
– 1 c/s colmada de cacao puro crudo en polvo
– 2 c/s de sirópe de ágave crudo
– 1 cuchara de café (c/c) rasa de canela
– 1/3 c/c de cardamomo
– Una pizca de vainilla
– Unas frambuesas y grosellas para el topping (yo las uso congeladas)
La preparación es tan fácil cómo batir todos los ingredientes excepto la avena y los frutos rojos. En un tarro mezclamos bien la avena con el batido. Una vez cerrado con tapa lo podemos agitar unas cuantas veces para que quede todo mejor mezclado.
Simplemente lo guardamos en el frigorífico y a la mañana siguiente agregamos los frutos rojos.
Muy salvaje, ya veréis. No perdáis la oportunidad de sentir este desayuno y guardar estos aromas en vuestra memoria culinaria.
Y recordad…
Las recetas están para cambiarlas
¡Un abrazo enorme gastrolovers!