Me encanta la Chirimoya y me parece supergracioso su nombre, chirimoya!!! jajajajaja no me preguntéis porque pero me suena gracioso, una más de mis tonterías jajajajaja.
Esta mousse la vi en el blog de Carol y su espejo y supe enseguida que tarde o temprano la haría.
Que quien es Carol?? Pues una madrileña la mar de simpática y que todo en ella es amorrrr, que se preocupa por sus amigos a los que mima y de los que está pendiente siempre. Cualquier día me da un arrebato y voy a conocerla y achucharla, porque eso es lo que te apetece, achucharla fuerte.
Mi niñaaaaaaaaaaa besitos y más besitos, espero que te guste esta sorpresita y aprovecho para desearte toda la suerte del mundo en ese nuevo proyecto que sé que te irá fenomenal.
Para tí mi chirimoya, digo mi mousse de chirimoya jajajajaja.
La receta la he seguido al pie de la letra tal y como la explica en su blog y el resultado nos ha gustado mucho en casa, la suavidad de la mousse junto al sabor de la chirimoya para mí es perfecta para un postre.
Ingredientes para 6 copas grandecitas:
300 grs. de pulpa de chirimoya.
300 grs. de nata montada (crema de leche).
80 grs. de azúcar.
3 claras de huevo.
50 grs. de azúcar glass.
2 o 3 hojas de gelatina neutra.
15 ml. de leche.
Conguitos para decorar.
Preparación:
Montaremos las claras de huevo con el azúcar a punto de nieve bien firme y la nata (crema de leche) bien fría con el azúcar y reservaremos en la nevera.
Hidrataremos la gelatina en agua fría, escurrimos bine y disolvemos en la leche caliente removiendo bien. Carolina en la receta puso dos hojas de gelatina, yo he puesto tres porque quería meterla en una manga pastelera y darle un poco de forma. Si queréis una mousse menos firme ponerle sólo dos.
Cortaremos la chirimoya por la mitad y quitaremos los "huesos", esta pulpa la batiremos bien con la batidora y pondremos la gelatina con la leche que tenemos reservada.
Ahora mezclaremos con la nata montada (crema de leche) y seguidamente con el merengue con movimientos envolventes de abajo arriba procurando que no se baje mucho para así conseguir la textura tan característica de la mousse.
Repartimos en vasos o copas, adornamos con conguitos y reservamos en la nevera unas horas antes de servir.
Yo suelo prepararlo de un día para otro porque las mousse necesitan su tiempo de reposo y para mí están aún más buenas así.
Un postre sencillo pero delicioso para los que les guste esta fruta que como os he dicho me encanta.
Os recuerdo que estoy de sorteo PINCHAR AQUÍ animaros y participar.
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