El baño María es una técnica de cocina se le conoce de esta forma debido a que Miriam, hermana de Moisés y Aaron, personajes bíblicos, fue la inventora.
El baño María se utiliza cuando utilizamos alimentos que pueden estropearse al estar en contacto directo con la fuente de calor, tales como fundir chocolate, mantequilla o queso, montar yemas y azúcar, por ejemplo para el sabayón, preparar flanes...
Para poder realizarlo debemos disponer de 2 recipientes, uno más grande que el otro, de tal modo que pongamos el agua en el de mayor tamaño e introduzcamos el pequeño en su interior. De este modo se consigue que el calor se transmita de manera suave a nuestro ingrediente.
A la hora de preparar al baño María, debemos tener cuidado de no superar los 2 tercios de agua en el recipiente grande, ya que corremos el riesgo de que el agua acabe dentro del recipiente del alimento. Otro consejo es iniciar la cocción con este método con agua templada o caliente, ya que si es fría, el tiempo que tarda en calentarse el agua varía el tiempo de cocción.
A parte de los usos que hemos dicho con anterioridad, también se utiliza para mantener el calor de guisos o salsas, ideal a la hora de tener invitados.
Y tú ¿utilizas el baño María?
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