Baño María: Método empleado en las industrias, en laboratorios de química y en la cocina, para conferir temperatura uniforme a una sustancia líquida o sólida, o para calentar lentamente, sumergiendo el recipiente que la contiene, en otro mayor con agua u otro líquido que se lleva a, o que está en ebullición.
Lo original de este bizcocho es que esta hecho a “baño María”. Resulta mas jugoso porque no se seca como en la cocción tradicional al horno. Y la miel, la verdad, le dan un toque muy rico.
Ingredientes: (Para seis u ocho personas).
2 huevos o 3 si son pequeños.
180 ml de leche.
4 quesitos en porciones tipo Caserío. O los que mas os gusten.
180 gr de azúcar.
200 gr de harina de repostería.
1 sobre de levadura tipo Royal.
2 cucharadas soperas de miel. La que os guste. Si es casera de confianza mucho mejor.
Mantequilla y harina para untar el molde.
Preparación:
Untamos el molde elegido con la mantequilla y enharinamos. Reservamos.
Tamizamos la harina (ya sabéis, pasándola por un colador fino) y la levadura. Reservamos.
En un bol grande ponemos los huevos con el azúcar, batimos bien con la batidora durante unos 5 minutos, que vaya quedando una mezcla esponjosa. Añadimos los quesitos y la miel, seguimos batiendo hasta integrar bien.
Vertemos la harina tamizada sobre la crema, despacio y seguimos batiendo, bajando un poco la velocidad de la batidora.
Precalentamos el horno, a 180ºC, calor arriba y abajo.
Por último, añadimos la leche y seguimos batiendo hasta obtener una masa homogénea y espumosa.
Vertemos todo ello en el molde elegido y lo ponemos sobre una bandeja o fuente de horno, con unos dos o tres dedos de agua, y lo colocamos de la mitad para abajo del horno.
Horneamos al “baño María” durante aproximadamente 25 minutos. Pasado el tiempo, pinchamos con un palito de brocheta, si sale limpio sacamos del horno, si no, dejamos 5 minutos mas.
Queda esponjoso y jugoso. Juzgad vosotros mismos…¡Qué buen bizcocho para el desayuno o la merienda!
Consejo: Ya sabéis que el tiempo de horno depende de la potencia del mismo. Cada uno conoce el suyo. Si vemos que a media cocción se tuesta demasiado por encima, lo tapamos con papel de aluminio y seguimos con la cocción.
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