¿Cuántas veces os habéis encontrado con muchas claras de huevo y sin saber qué hacer con ellas después de cocinar algo a base de yemas? En nuestras cocinas es algo habitual. Hoy os traemos una de esas recetas ideales para reciclar el excedente de claras: el angel food cake. El bizcocho de ángel es un bizcocho norteamericano que consiste sencillamente en mezclar harina con merengue. El resultado un bizcocho esponjoso con la miga muy blanca y muy ligero ya que no lleva ningún aporte de grasas. La receta que os proponemos hoy es la de la famosísima cocinera de televisión estadounidense Martha Stewart y ya veréis que es facilísimo. Running to the kitchen!
¿Qué necesito?
12 claras de huevo
1/4 cucharadita de sal
125 gr de harina de repostería
270 gr de azúcar
1 cucharadita de cremor tártaro*
extracto de vainilla
¿Cómo lo hago?
Lo primero que vamos a hacer es preparar un merengue. Colocamos en un bol las claras de huevo y las batimos con las varillas eléctricas a velocidad media durante un minuto aproximadamente hasta que adquieran una textura espumosa. Agregamos el cremor tártaro (o sustituto) a las claras y seguimos batiendo hasta que las claras estén montadas a punto de nieve. Ahora vamos añadiendo el azúcar poco a poco y seguimos batiendo hasta obtener un merengue liso y firme. Añadimos además al merengue el extracto de vainilla o aquello con lo que deseemos aromatizar el bizcocho (extracto de avellana, limón, almendra...).
Mezclamos la harina con la sal y la tamizamos con ayuda de un colador o tamiz. Incorporamos la harina al merengue poco a poco con ayuda del tamiz y removemos el merengue con ayuda de una espátula con movimientos envolventes hasta que la harina se integre perfectamente.
Vertemos la mezcla en el molde** sin engrasar, alisamos la superficie con ayuda de una espátula e introducimos la espátula en la mezcla y hacemos una especie de círculo o espiral para eliminar posibles zonas sin masa o burbujas de aire. Introducimos el molde en el horno precalentado a 180º durante unos 35 o 40 minutos, hasta que adquiere un tono ligeramente dorado.
Cuando el bizcocho esté listo lo sacamos del horno y lo ponemos boca a bajo (sobre una rejilla si no empleamos el molde especial) durante 1 hora. Transcurrido el tiempo de reposo, pasamos un cuchillo por los bordes del molde y lo desmoldamos cuidadosamente.
Como se trata de un bizcocho muy ligero y suave de sabor, suele servirse acompañado por nata montada (crema de leche) y unos frutos rojos. Pero tan solo con un poquito de azúcar glas, también está muy bueno.
*El cremor tártaro es un polvo que evita que las claras montadas se bajen. Es difícil de encontrar en los supermercados (aunque habitual en tiendas especializadas de repostería), pero podéis sustituirlo por cualquier otro estabilizante de claras. La marca Vahiné comercializa el "Fix Neige" que podéis encontrar en algunos supermercados como Alcampo (es el que yo he empleado). Pero también podéis sustituirlo por el Gasificante Litines que venden en Mercadona. Y si preferís la solución más casera, basta con añadir unas gotas de zumo de limón.
**Existe un molde especial para el angel food cake. Es un molde alto y que tiene unas pestañas que permiten ponerlo boca abajo al sacarlo del horno y además es desmontable. Pero evidentemente no es imprescindible, pudiendo utilizar cualquier otro molde. Invertir o no en este molde dependerá de las veces que vayáis a preparar este bizcocho y de la economía casera.