El angel food cake o bizcocho de ángel es una receta típica de Estados Unidos. Es un bizcocho muy ligero, muy esponjoso y de un sabor delicado. No lleva nada de grasa ni levadura. Para que nos resulte más fácil la preparación usaremos cremor tártaro para que las claras se estabilicen y mantengan mejor la forma de merengue; pero si no tenemos cremor tártaro podemos sustituirlo por una cucharada de zumo de limón. Una de las peculiaridades de este angel food cake es que la masa va a ir trepando por las paredes del molde y tras el horneado hay que darle la vuelta para que se enfríe del revés y así no pierda la forma. Por ello en conveniente usar un molde redondo de los que tienen un agujero en medio, para que así tenga mas superficie por donde trepar. Tambien existen los moldes especiales para los angel food cakes que tienen una especie de patitas en el borde del molde para que al darle la vuelta y dejarlo reposar ya tenga la sustentación adecuada. Esta receta nos viene muy bien para aprovechar las claras que van sobrando de otras preparaciones y podemos acompañarlo de mermelada, cubrirlo de chocolate, dulce de leche, chantilly o incluso rellenarlo de crema.
ingredientes:
100 g de harina de repostería.
225 g de azucar.
10 claras de huevo.
1 cucharadita de cremor tártaro.
1 pizca de sal.
Esencia de vainilla.
preparación:
En un bol batimos las claras junto con el cremor tártaro y la pizca de sal hasta que estén semi montadas, en este punto podemos añadir el azúcar junto con una cucharadita de esencia de vainilla y continuamos batiendo hasta que tengamos un merengue bien duro y todo el azúcar se haya disuelto.
Tamizamos la harina y vamos incorporándola al merengue con movimientos muy suaves y envolventes
Una vez bien integrados los elementos vertemos la masa en un molde sin engrasar y movemos un poco el molde hacia los lados para que la masa se asiente y quede uniforme. Es muy importante no engrasar el molde precisamente para que la masa al subir se pueda agregar a las paredes del molde. Podemos eso sí poner un poco de papel de hornear en el fondo del molde para que no se nos pegue demasiado al fondo.
Horneamos 40 minutos a 175ºC.
Sacamos el molde del horno y lo dejamos boca abajo sobre una rejilla para que no se baje la preparación y mantenga la forma.
Una vez hayan pasado 2 horas aproximadamente y haya enfriado totalmente ya lo podremos desmoldar ayudándonos de una espátula para despegarlo de los bordes del molde.