Aunque el pescado no es muy apreciado en casa, de cuando en cuando, también hay que comer pescado fresco.
En este caso hemos optado por unas bacaladillas que están a un precio asequible en el mercado y además es un pescado que no tiene escamas, ni espinas.
Ingredientes 2 personas):
1/2 kg de bacaladillas (4 unidades grandecitas)
6 alcachofas
1 tomate
1 huevo
Harina
Aceite de girasol
Sal
Preparación:
Limpiamos y troceamos en dos las alcachofas, las freímos en la freidora a muy baja temperatura, hasta que estén tiernas, posteriormente subimos la temperatura del aceite para darles color, escurrimos y reservamos.
Limpiamos las bacaladillas (puede que nuestro pescadero nos las limpie), quitándoles cabeza, tripas, aletas y espina, convirtiendo cada bacaladilla en un filete.
Salamos las bacaladillas las pasamos por harina y posteriormente por huevo batido.
Freímos en abundante aceite.
En el aceite sobrante freímos un tomate partido por la mitad, lo sazonamos y freímos tapado a baja temperatura hasta que esté tierno.
Colocamos dos bacaladillas, medio tomate y seis mitades de alcachofa en cada plato.