Generalmente no suelo cocinar el pollo en salsa, por lo cual, aprovechando que tenía un pollo pequeño entero, opte por realizarlo de una forma poco habitual en casa.
Ingredientes (4 personas):
1 pollo pequeño troceado
4 alcachofas
1 cebolla
1 lata de 1/2 kg de tomate triturado
4 ajos
1 pastilla de concentrado de carne (avecrem)
Jengibre
Azúcar
Sal
Aceite de oliva
Preparación:
Quitamos las partes duras de las alcachofas y partimos estas en dos mitades.
Conforme vayamos limpiando las alcachofas, las colocamos en la freidora apagada, para que no se nos pongan negras (si no tenéis freidora, podéis colocarlas en una olla con abundante aceite), una vez tenemos todas las alcachofas en la freidora, encendemos esta a baja temperatura, hasta que las alcachofas estén tiernas, dejándolas escurrir el aceite.
Mientras, colocamos un generoso chorro de aceite de oliva en una sartén grande, freímos en él la cebolla cortada en juliana y los ajos fileteados.
Cuando la cebolla comience a estar tierna, añadimos el pollo y le damos unas vueltas para sellarlo, hasta que el pollo comience a dorarse.
Añadimos el tomate triturado, la pastilla de concentrado de carne, una cucharadita de azúcar, el jengibre y dejamos cocer tapado a fuego lento, hasta que el pollo esté tierno.
Añadimos las alcachofas que teníamos escurriendo el exceso de aceite, rectificamos el punto de sal y acidez (añadiéndole una cucharadita de azúcar) y dejamos cocer 5 o 10 minutos más.
Servir caliente.