Me hace gracia la idea de que en un bote muy pequeño se pueda meter casi todo lo necesario para hacer un cupcake. Capa sobre capa la harina, la levadura, el azúcar...
Yo no soy nada buena con la cocina. Así que es mejor que esté todo ordenadito y con las medidas justas.
Unas etiquetas, tela y cuerda... Ya están listos nuestros botes de cupcakes.
Este post participa en los Macros del Día de Nika Vintage. Que por cierto descansa por vacaciones.