Yo creo que es el postre preferido en mi casa, o uno de los preferidos (que pensando pensando son unos cuantos). Esta receta la hago desde hace ya 8 años y aún no he encontrado otra más rica que la reemplace. El BROWNIE que hoy nos ha propuesto Carolina para el Desafío en la cocina de este mes, es un bizcocho húmedo con una capa crujiente por encima y generalmente lleva nueces en su interior. Parece ser que su origen fue un descuido (bendito descuido) porque a alguien se le olvidó añadir la levadura. El secreto de este postre es que el interior esté poco cocido y que tenga una ligera capa crujiente por encima. Si lo acompañas de helado y sirope de chocolate es una auténtica delicia
Ingredientes:
- 4 huevos
- 80grs de harina
- 100 grs de mantequilla
- 200 grs de chocolate sin leche
- 120 grs de azúcar
- 1 cucharadita de levadura
- 1 pizca de sal
- nueces al gusto
Montamos los huevos con el azúcar hasta conseguir un punto cremoso. Por otro lado derretimos el chocolate con a mantequilla y dejamos templar. Añadimos la harina tamizada a los huevos junto con la levadura y finalmente mezclamos el chocolate de forma suave. Añadimos las nueces troceadas excepto alguna más entera que dejaremos para poner por encima
Ponemos la masa en un molde con papel de horno y añadimos las nueces que habíamos reservado por encima
Metemos en el horno previamente calentado a 180 ºC durante 20 minutos. El interior tiene que quedar con un poco húmedo, será señal de que está en su punto.
Ya sólo queda disfrutarlo sólo o con una bola de helado de vainilla y sirope de chocolate
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Espero que os haya gustado Leire