Aunque he estado buscando su origen, me ha sido imposible dar con la tecla, pero supongo que su nombre debe venir de la forma y tamaño, similar a una castaña, es una suposición.
Aunque también he leído que puede ser porque se elaboraran con harina de castaña, sea como fuere, están riquísimos.
Aunque tengan forma de buñuelos, el resultado es como el de las rosquillas fritas de aquí, pero versión bolitas. Son puro vicio, no puedes comer solo uno.
Son muy sencillos de preparar, y os aseguro que les encantarán a todos, así que no dejéis de probar esta receta, que es estupenda.
Con estas cantidades me han salido 30 unidades, así que si queréis más, sólo tenéis que doblar las cantidades.
Y dicho esto os cuento....
Ingredientes:
150g de harina
40g de mantequilla derretida
30g de azúcar
1 huevo
25ml de licor de anís
5g de levadura química
La ralladura de medio limón
Azúcar para rebozar
1. - Batimos el huevo.
2. - Le añadimos la mantequilla derretida, el azúcar, la ralladura de limón y el licor de anís y volvemos a batir.
3. - Le añadimos la harina tamizada junto con la levadura y volvemos a mezclar, hasta que quede una masa que se despegue del bol,
yo he tenido que añadirle una cucharada más de harina, esto dependerá del tamaño del huevo o de la harina.
4. - Una vez la masa se despegue, hacemos bolitas de 10 gramos,más pequeñas que una nuez.
5. - Y las freímos en abundante aceite a fuego medio, para que se hagan por dentro.
6. - Sacamos cuando estén dorados y pasamos por papel absorbente.
7. - Y por último, pasamos por azúcar.
Y ya está!!!!!
Dulce tradicional, sencillo y delicioso...
Gustáis????