Puede ser que no estuviera bien explicado, o que simplemente, hayáis "pasado" de tamizar la harina. Este punto, que al principio nos suele parecer una tontería, es muy importante, ya que sólo así, meteremos aire a la harina y obtendremos un bizcocho esponjoso.
Si la receta que estemos preparando, además lleva cacao en polvo, también lo tamizaremos, al igual que la levadura.
Es un paso muy sencillo y que no nos quitará mucho tiempo. Podemos realizarlo con un tamiz o tamizador, o simplemente con un colador (eso sí, cuanto más cerrados los agujerillos, mejor). Echamos la harina al colador y le damos pequeños golpes con la mano, así de sencillo.
Si no lo hacíais, probad y me contáis si notáis la diferencia ;)
Este tipo de entradas os las iré dejando en la pestaña del menú llamada trucos.