Si tus cazuelas han cogido olor o tienen moho
añadimos agua, bicarbonato sódico y zumo de limón y calentamos hasta que hierva. Tiramos el agua y limpiamos con la mezcla de bicarbonato y limón. Enjuagamos bien el recipiente de barro y dejamos secar al aire o sol directo.
Para limpiar
los cacharros de barro evitaremos usar detergentes o jabones ya que estos pueden introducirse en los poros del recipiente e impregnar los alimentos que cocinemos posteriormente.
Para guardarlas
correctamente, es importante dejarlas secar completamente al aire libre o sol directo. Una vez secas debemos poner la tapa al revés sobre la cazuela e introducir una servilleta en medio para que no salga moho.