La pimienta es un grano originario de la India, que pertenece a la planta Piper negrum. Este poderoso fruto tiene una gran variedad de propiedades impresionantes para el ser humano; ya que es antinflamatoria, ayuda a reducir la tos, previene el cáncer, antibacteriana, entre muchas otras. Es una especia que condimenta muy bien cualquier tipo de plato y ayuda a disminuir el uso de la sal. Entre sus variedades, encontramos la pimienta verde, excelente en el mundo de la gastronomía. Así pues, hoy te traemos alguna que otra receta de salsa pimienta verde para que aproveches este maravilloso y versátil alimento.
Salsa pimienta verde receta fácil
Una buena salsa siempre va a ser el acompañamiento perfecto de cualquier comida, y es lo que le confiere ese toque único.
Más que para disimular algún detalle, sirve para fortalecer el plato. Y una gran opción es la salsa pimienta verde.
Se puede comer con carnes, pastas e incluso papas fritas y bocadillos. Es adecuada para todo tipo de gustos, ya que la pimienta verde, al ser recogida antes de madurar, posee un picor bastante leve, haciéndola apta para niños, también.
Si estás evitando ingerir grasas por alguna u otra razón, tal vez esta salsa de pimienta verde no sea la indicada para ti, debido a que lleva nata en cantidades considerables. Sin embargo, se debe recordar que las salsas son para reforzar y no para inundar el plato.
Los ingredientes utilizados son:
125 cc de jerez (en su defecto, vino blanco)
1 cucharada sopera rasa de pimienta verde hidratada
1/2 cubo de caldo de carne o pollo (cubito Maggi)
Aceite de Oliva
Una lata entera de nata líquida (200 cc)
Pimienta negra, si se quiere
Sal
1 cebolla blanca de pequeño tamaño
Iniciamos con la cebolla. La lavamos bien y picamos en cubitos diminutos (mientras más chicos, mejor). Mientras hacemos esto, podemos poner en la estufa a fuego medio una sartén con aceite, preferiblemente, de oliva. Una vez empiece a chispear, añadimos la cebolla.
Espolvorea con sal de mar y saltea por un par de minutos. Hasta que la cebollita luzca ligeramente transparente.
Sin retirar del fuego, vamos a tomar el cubito de caldo, y con los dedos lo vamos a esparcir encima de la cebolla salteada. Agregamos el medio vaso de jerez y removemos unos cinco minutos hasta que el alcohol se evapore por completo.
Llevamos a fuego bajo e incorporamos la cucharada de pimienta verde y la lata de nata líquida. Removemos con una paleta de madera, lentamente, sin dejar que hierva. Deja que se cocine por otros cinco minutos, sin dejar de remover.
Rectificamos la sal y añadimos un poco de pimienta negra, si eso queremos, y listo. No abuses; recuerda que el cubito trae sal propia.
Si notas que queda muy espesa, te recomendamos que añadas un poco de leche.
Puedes guardarla por un par de días en la nevera, no más; ten en cuenta que está hecha a base de un producto lácteo.
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Salsa pimienta verde sin nata
Algo que hace sufrir a muchas personas al cocinar un plato en específico, es que tienen que cuidar su ingesta de grasas.
Y si tú perteneces a este grupo, ¡no te preocupes! Como el mundo de la cocina es amplio, cada receta tiene sus variantes funcionales para cada consumidor, y la receta de salsa pimienta verde, no es la excepción.
Para preparar esta delicia, necesitamos:
Una cebolla blanca pequeña
Un poco de leche entera
Dos cucharadas rasa de pimienta verde
Aceite para sofreír, si es de oliva mejor
Tres cucharadas razas de harina de trigo
¾ de vaso de caldo de pollo o de carne
Sal al gusto
El procedimiento es similar al anterior. Lo primero que se debe hacer es sofreír la cebolla blanca en el aceite elegido. Igualmente, cortada en trozos muy pequeños.
Una vez la cebolla alcance su punto, bajamos el fuego a lento y reservamos.
En una taza, vamos a mezclar un chorrito de leche entera con la harina de trigo. Reservamos. Al sartén con la cebolla, incorporamos paulatinamente el caldo de preferencia. Luego, agregamos la mezcla de harina y leche y removemos con una cuchara de madera hasta agarrar espesor.
Ahora, tienes dos opciones. Si deseas tener una salsa líquida, sin pedazos de cebolla, detente y pasa esta mezcla por la licuadora o batidora. Devuélvela al sartén y agrega sal y la pimienta.
Si la deseas más espesa, tan solo agrega la pimienta verde y sal, si necesitas. Deja que la salsa alcance su punto y listo.
La salsa pimienta verde es excelente y deliciosa. Te puede sacar de paso en cualquier momento que debas hacer un aperitivo y ten por seguro que quedarás como todo un chef profesional. No dudes más y pruébala.
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