-Soja texturizada fina
-Sésamo tostado o Tahini
-Salsa teriyaki o en su defecto Salsa de soja
-Harina de maíz blanco o harina integral
-Aceite de girasol
-Sal
-Pimientos
-Cebolla
-Pastilla de caldo vegetal Bio
Comenzamos por elaborar el tahini moliendo el sésamo tostado con aceite de girasol y una pizca de sal hasta obtener una pasta. Resguardar algunas semillas para la decoración.
Incorporar la soja texturizada (previamente humedecida con agua caliente durante 15 minutos y escurrida después),y la salsa teriyaki o de soja.
Estos ingredientes deberemos mezclarlos a ojo de buen cubero hasta conseguir una masa tan consistente como para poder darle forma de albóndigas, pero sin llegar a ser demasiado dura porque se abrirían.
Una vez que hayamos acabado de hacer estas bolitas, las pasamos por harina ya bien integral o de maíz para las personas intolerantes al gluten.
Ponemos a sofreír el pimiento y la cebolla hasta dorar ligeramente y a continuación marcamos las albóndigas para que no se deshagan.
En un cazo pequeño calentamos un vaso o vaso y medio de agua (según la cantidad de albóndigas) al que le añadiremos de media a una pastilla de caldo vegetal y tres cucharadas de salsa teriyaki.
Lo vertemos sobre las albóndigas y lo dejamos el tiempo preciso para que el caldo reduzca y se espese gracias a la harina, no debemos remover.
Dejar reposar 5 minutos y servir espolvoreando semillas de sésamo por encima.
Listo! Una receta vegana, oriental y deliciosa para disfrutar o sorprender a tus invitados.
Otras opciones para añadir a esta base de albóndigas podrían ser setas o berenjenas,a las cuales su textura y sabor combina genial.
A disfrutar!!!