Su sabor es muy suave y tiene un cierto parecido a la carne normal.
En este caso, las hemos preparado, con una salsa, que les aporta un delicioso sabor, que sin lugar a dudas, gustará mucho, tanto a mayores como a los más pequeños de la casa.
Ingredientes
100 gr de soja texturizada fina
1 y 1/2 cucharadas sopera de harina (la que utilicéis normalmente)
1 cucharadita de ajo en polvo
1/2 cucharadita de pimienta negra
1/2 cucharadita de sal
1 cucharadita de perejil
1 cucharadita de albahaca
1 cucharadita de orégano
1/2 cucharadita de nuez moscada
Harina para rebozarlas
Aceite de oliva
1/2 cebolla (para la salsa)
6 cucharadas soperas de tomate triturado al natural (para la salsa)
120g de guisantes cocidos
1/2 vasito de vino blanco
Agua caliente
Sal
Aceite de oliva
Preparación
Empezaremos la receta, poniendo a hidratar la soja, siguiendo las instrucciones que nos dan en el envase o paquete.
En nuestro caso como es fina, la pusimos en un bol grande y añadimos agua caliente, y la dejamos hidratar durante 20 minutos.
Trascurrido este tiempo, la pasamos a un colador y la escurrimos.
Cuando la tengamos escurrida, la volveremos a poner en un bol, le añadiremos todas las especies: el ajo, la sal, la pimienta, el orégano, la albahaca, el perejil, la nuez moscada y la harina, mezclaremos todos los ingredientes.
La amasamos un poco con las manos para que quede más compactada y la reservaremos en la nevera cubierta con papel film durante un par de horas, para que coja cuerpo.
Trascurrido este tiempo, con la ayuda de una cuchara de postre, cogeremos porciones de la masa, la pasaremos por harina y formaremos nuestras albóndigas.
Pondremos una sartén al fuego, con aceite y cuando esté caliente, añadiremos las albóndigas y las dejaremos dorar por todos los lados. Poco a poco, las iremos retirando y las reservaremos en papel absorbente.
Por último, empezaremos a preparar la salsa y para ello, pondremos una cazuela al fuego con un chorrito de aceite, añadiremos la cebolla, previamente pelada y rayada y dejaremos que se vaya pochando.
Incorporaremos el tomate y la sal y dejaremos que se termine de hacer el sofrito.
Añadiremos las albóndigas, los guisantes y el vino y dejaremos, que reduzca un poco el alcohol. En este punto podéis añadir un poco de agua caliente, la cantidad siempre dependerá de la textura de la salsa que más os guste.
Removeremos y probaremos para rectificar el punto de sal y dejaremos a fuego medio, durante 10 minutos.
Fuente: este post proviene de La maleta de Maggie, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
