Fase apta desde la fase de ataque. Es muy parecido a la receta de porridge que ya publiqué hace tiempo, pero muy adoptada a la receta típica del postre que tomamos en España y muchos países de Sudamérica. La diferencia entre el porridge y el arroz con leche es lo espeso que queda. Concretamente el porridge es mucho más espeso, y además se toma en caliente. En cambio el arroz con leche se toma en frío y la textura es mucho más ligera.
Yo suelo prepararlo la noche anterior, y lo dejo reposar en la nevera, así al día siguiente queda más espeso y realmente el parecido con el arroz con leche es mucho. Así que paso a explicar cómo lo preparo yo, para que os podáis preparar un desayuno bien rico. Y por supuesto, también lo podéis hacer como postre, claro. Eso sí, respetad las cantidades de salvado de avena en cada fase, y a comer sin remordimientos.
Ingredientes
Para 1 ración:
– 100ml. de leche desnatada
– 100ml. de agua
– canela en polvo
– edulcorante
– la piel de medio limón y un poco de la ralladura de ésta para adornar
– salvado de avena según la fase:
Fase de ataque: 1,5 cucharada sopera al día
Fase de crucero: 2 cucharadas soperas al día
Fase de consolidación: 2.5 cucharadas soperas al día
Fase de estabilización: 3 cucharadas soperas al día
Preparación
– Como veras, es de lo más sencillo. Si queremos añadirle una bonita presentación, rallaremos un poquito de la corteza del limón (previamente lavado) y lo reservaremos.
– Del mismo limón, y de la parte que hemos rallado, cortamos un poquito de la piel del limón para cocerla con la leche. Cortad a nivel superficial para que no quede un toque amargo.
– En un cazo, añadimos 100ml. de leche desnatada y los 100ml. de agua.
– Añadimos la piel del limón y canela en polvo al gusto, y vamos removiendo.
– Cuando veamos que ya está caliente, pero que aún no ha hervido, añadimos el salvado de avena.
– Vamos removiendo, hasta que hierva y veamos que va espesando la mezcla.
– Cuando esté con la textura adecuada (no llega a cuajar ni nada, pero la veremos grumosa), apagamos el fuego y añadimos el edulcorante.
– Una vez mezclado, lo servimos en un recipiente o vaso.
– Si queréis decorarlo, podéis añadir una pizca de canela y la ralladura de limón. Sólo queda dejarlo reposar en la nevera, y al día siguiente o en un par de horas, tendremos un delicioso arroz con leche apto para la dieta Dukan.