El otoño es una época especial para los frutos secos. Tres de los más consumidos aparecen con la llegada de las bajadas de las temperaturas tras el verano. Nos referimos a las nueces, avellanas y las castañas. Cada uno de ellos tiene unas características propias. Pero también tienen muchas cosas en común, como los beneficios que conllevan para nuestro organismo y los mitos que siempre les han rodeado y que les restan la importancia que tienen en nuestra dieta.
Un poco de cada
Nueces: las nueces han sido consumidas desde la prehistoria. Desde entonces y hasta ahora, han sido importantes símbolos para las civilizaciones. Los griegos las denominaron Kara (cabeza), por su parecido con el cerebro humano. Sus componentes son muchos. Destacan las cantidades de Omega 3 y 6 que poseen, pero también son portadoras de proteínas, vitamina E, zinc, magnesio, potasio, fósforo y fibra.
Avellanas: su origen es asiático. Ya eran consumidas en la prehistoria, donde se las atribuía importantes propiedades curativas e incluso adivinatorias. Tampoco pasaban desapercibidas sus excelentes cualidades nutricionales. Son una rica fuente de cobre, fósforo, manganeso, calcio, fibra y vitaminas E y B6, además de ácido fólico.
Castañas: originarias de Asia, ocuparon un papel importante en las regiones célticas altas, siendo veneradas por los druidas. Los griegos también las dotaron de cierta importancia. Su introducción en España se le suele atribuir al Imperio Romano. Son ricas en vitamina E, hidratos de carbono, potasio, proteínas, fibra, calcio, fósforo y magnesio.
Beneficios
Son numerosas las características positivas que estos frutos poseen. Tal como nos explica la dietista Elena Munar, `las nueces y las avellanas son beneficiosas para el corazón, pues los ácidos Omega 3 y Omega 6, junto con los fitosteroles e isoflavonas que contienen, reducen el colesterol`. Pero como matiza la experta, `no los tenemos que ver como una cura, sino que su consumo es una manera de prevenir, siempre que éste se haga en cantidades considerables`.Otros beneficios que aportan las nueces, las avellanas y las castañas, junto con otros muchos frutos secos son, como asegura la dietista, `su ayuda al funcionamiento de la conexión neuronal, facilitada por el fósforo y el magnesio. Con ello dotamos de una mejor salud a nuestro sistema nervioso, lo que ayuda, por ejemplo, a mejorar la concentración. Es por ello que como son muy recomendables para personas con problemas depresivos o de trastorno bipolar.`
Los errores más comunes
Son varios los mitos y errores que se crean en torno al consumo de frutos secos. Uno de los más destacados, nos asegura la experta, es que `se les suele considerar calorías vacías cuando en realidad son llenas`. La diferencia entre ambas, es que `las vacías, como por ejemplo las gominolas, no nos aportan más que calorías, pero ningún nutriente más, mientras que los frutos secos, aunque aportan grasas, también proporcionan otros elementos como el potasio o los ácidos omega 3 y 6, por lo que son alimentos muy sanos`.Un error común es la manera en que se consumen. La dietista asegura que el problema radica en que `la gente los considera una forma de acompañamiento, pero lo que hay que pensar es que se trata de alimentos en sí`. Es por ello que la especialista recomienda consumirlos, por ejemplo, como un tentempié de media mañana o por ejemplo como una merienda, pero eso sí, solos y sin ningún tipo de aditivos como los que se pueden encontrar en los frutos secos tratados industrialmente.
Estos frutos son, por tanto, un elemento fundamental que debemos incluir en nuestra dieta diaria. Tomados con moderación aportan energía y nutrientes esenciales para nuestro organismo. Es fundamental saberlos comer en su justa medida y alejados de acompañamientos muy calóricos si nuestro cometido no es engordar.
Recetas con frutos secos
Ensalada de salmón con nueces
Ingredientes: lechuga, salmón ahumado, nueces, queso fresco, aceite, vinagre y sal.
Elaboracion: Lavamos y escurrimos la lechuga. La echamos en un bol y añadimos el salmón cortado en tiras. A continuación, añadimos el queso fresco, aliñamos y echamos sal. Removemos bien e incorporamos, por último, las nueces en pedazos.
Pollo relleno de carne con avellanas
Ingredientes: 1 pollo deshuesado, carne picada de pollo, cebolla, queso rallado, aceite, sal, avellanas.
Elaboracion: Pochamos la cebolla troceada en una sartén con aceite. A continuación, añadimos la carne picada y removemos bien para que se haga. Cuando esté dorada, echamos una buena cantidad de queso rallado y dejamos que se funda. Por último, añadimos a la carne avellanas trituradas.
El siguiente paso consiste en salar el pollo por dentro y por fuera. Luego, metemos la mezcla de carne, queso y avellanas en el interior. Cosemos el pollo y lo introducimos en el horno a 200 º. Controlar que se mantenga dorado.