En la actualidad, los frutos secos forman parte de los ingredientes de muchas recetas culinarias, ya sea que se elaboren en casa o en las cocinas de los restaurantes más prestigiosos del mundo.
Existen culturas, como la del sudeste asiático o la árabe, donde su gastronomía no se entiende sin estos alimentos. De hecho, llevan siglos utilizándolos y no es de extrañar, ya que le dan un toque único a cada elaboración, tanto en textura como en sabor.
Beneficios de los frutos secos
Además de aportar creatividad a nuestros platos, los frutos secos también son muy apreciados en la cocina por sus propiedades nutritivas.Son ricos en proteínas, fibra, vitaminas, minerales, antioxidantes y grasas insaturadas omega-3 y omega-6. Todos estos elementos los convierten en alimentos altamente beneficiosos para nuestra salud. Veamos cómo:
- Aportan energía extra en momentos de debilidad o cansancio.
- Mejoran los procesos cognitivos, como la memoria.
- Frenan el envejecimiento celular.
- Contribuyen a la salud de los músculos y los huesos.
- Regulan el tránsito intestinal.
- Protegen el corazón al impedir la obstrucción de las arterias y reducir los niveles de colesterol y triglicéridos.
Gracias a estas propiedades, hay razones más que suficientes para que los frutos secos formen parte de cualquier dieta equilibrada y saludable. Eso sí, como son muy calóricos, los nutricionistas aconsejan consumirlos con moderación.
Frutos secos para cocinar
Los frutos secos nos pueden ayudar a mejorar un buen número de recetas, ya sean dulces o saladas, pero para combinarlos de forma adecuada con otros ingredientes antes debemos conocer cuáles son sus características principales.Ahora bien, ¿cuáles son los mejores para cocinar? La respuesta es... todos. Aunque unos se utilizan más que otros.
La almendra, por ejemplo, es el fruto estrella en la cocina. Lo mismo sirve para acompañar carnes que para elaborar postres o decorar tartas. Además, sus formas de presentación son muy variadas: crudas, tostadas, verdes, fritas, con piel, peladas, molidas, en láminas, en cubos, caramelizadas, etc. Esto supone un abanico de posibilidades a la hora de cocinar y ser creativos.
Las avellanas son otro de los frutos secos más utilizados en la gastronomía. Al igual que la almendra, es un producto muy versátil y se presenta en diversos formatos. En el mercado podemos encontrar avellanas crudas y tostadas, incluso en forma de crema que hace las delicias de los paladares dulces.
Las nueces, junto con las almendras y las avellanas son los frutos secos que mejor combinan con el chocolate. De ahí que sea un ingrediente imprescindible en muchos postres. No obstante, también se usan para acompañar carnes, complementar ensaladas y para elaborar panes.
Podemos encontrarlas envasadas ya peladas, aunque para conservar por más tiempo su sabor y propiedades, lo mejor es comprarlas con cáscara.
En algunos países es típico comer castañas asadas durante la festividad de Todos los Santos, pero su textura delicada es muy apreciada para elaborar rellenos de carnes y otras recetas de repostería.
Al igual que las castañas, los piñones también están muy presentes durante el Día de los Muertos en forma de dulces de mazapán recubiertos por este fruto seco. Además, la combinación de frutas desecadas y piñones forma parte de muchas recetas de carne de la gastronomía tradicional de los países mediterráneos.
El maní (o cacahuete) es considerado un fruto seco por el parecido con estos en sentido nutricional, aunque en realidad pertenece a la familia de las legumbres. Se utiliza tanto a modo de complemento como para espesar y dar consistencia a multitud de platos.
El maní tiene una presencia importante en la gastronomía del sudeste asiático, especialmente en Tailandia.
Con los pistachos se suelen elaborar helados y toda clase de dulces cuyo ingrediente principal sea el chocolate. Sin embargo, en la isla de Sicilia se utilizan prácticamente en cualquier receta.
La gastronomía de los frutos secos
En los últimos años, la gastronomía internacional ha puesto su foco en productos saludables y de calidad. Por eso los frutos secos se han convertido en un ingrediente presente en la carta de muchos restaurantes.De hecho, el público en general es consciente de los beneficios que aportan los frutos secos al organismo y los introducen en su alimentación habitual.
Más allá de consumirlos como aperitivo, ¿de qué otras formas se pueden utilizar en la cocina?
Ensaladas y canapés
En las ensaladas, los frutos secos, el que más nos guste, aportan un toque crujiente y proteínas, convirtiendo un entrante en casi un plato único de gran valor nutritivo.En cuanto a los canapés, la combinación de almendras, nueces o avellanas con patés y quesos resulta en una explosión de sabores únicos.
Salsas
Una vinagreta de frutos secos y miel para aliñar ensaladas; una salsa al pesto hecha con piñones para aderezar un plato de pasta; o una picada de almendras, avellanas, pan tostado, ajo y perejil para acompañar carnes, son algunas de las salsas más tradicionales elaboradas con frutos secos.Pasta
Los frutos secos suelen emplearse en la elaboración de rellenos de pasta fresca. Los más utilizados son los piñones, los pistachos, las almendras y el maní.Cobertura de rebozados
Después de pasar la carne o el pescado por harina y huevo batido, el siguiente paso es cubrirlo de pan rallado. Se puede innovar sustituyéndolo por almendra o avellana picada finamente y freír. El resultado será un rebozado más crujiente.Repostería
La almendra y las avellanas son los frutos secos más demandados para las elaboraciones dulces: turrones, polvorones, chocolates, mazapán, tartas, etc.Con el maní se elabora la conocida crema y con las nueces el famoso brownie de chocolate. Por otro lado, las almendras, el maní y las nueces de macadamia le dan una textura más cremosa a los batidos o smoothies.
Los frutos secos, además de ser un aperitivo nutritivo para cualquier momento del día, puedes añadirlos como complemento a tus platos. Descubrirás nuevos sabores y texturas, al tiempo que aportarás ingredientes saludables a tu alimentación.