Para los amantes de la tranquilidad y el sosiego, en Barataria la Ínsula los comensales disfrutarán del relax que a menudo es tan difícil encontrar en una ciudad como Madrid. Además, se ofrece al cliente un ambiente clásico y elegante en el que degustar los sabores tradicionales de la gastronomía española, sin por ello descuidar a aquella parte del público preocupada por la dieta o que busca sabores más sorprendentes en el menú.
Algunas de las sugerencias
En la calle San Agustín número 3, podremos saborear entradas ligeras, por ejemplo, las ensaladas tibias de verduras con foie o marisco, otras más elaboradas, como la lasaña de hongos y langostinos, o la patata rellena de foie y tuétano, un auténtico deleite de los sentidos. Todas ellas abren un gran abanico de primeros platos, entre los que no faltan las recetas calientes, sopas y cremas y el jamón ibérico de bellota.Entre los pescados, frescos y exquisitamente preparados, delicias como el rape a la americana, langostinos al cava con arroz o la originalidad del tartar de merluza. En el capítulo de carnes, prestan atención especial a la caza: encontramos el imprescindible tartar de solomillo, al punto los asados, o los insuperables callos a la madrileña, tan propios del otoño y el invierno.
La recomendación especial del chef es la terrina de foie con gelatina al Oporto y las manitas de cerdo rellenas con Salsa Dijon. Todo un éxito a juzgar por las palabras de Susana Álvarez, propietaria del restaurante: "Llevamos poco tiempo con el local abierto y hemos tenido una acogida excelente".
Las claves del éxito
"Supongo que tiene que ver con que nuestra comida se basa en una materia prima de primera calidad con una elaboración que, aunque a veces sea algo más sofisticada, nunca se aleja de las recetas tradicionales de las que parte", confiesa la dueña de Barataria La Ínsula, Susana Álvarez. "Por ejemplo, tenemos una merluza exquisita que preparamos en su versión más clásica a la romana y con pimientos o en un hojaldre sobre una cama de verduras finamente cortada".Y todo ello en un amplio y confortable salón, con tres reservados con capacidad entre 8 y 25 personas y zona de bar para disfrutar de un aperitivo o un cóctel con amigos antes de degustar platos más consistentes.
El restaurante permanece abierto en horario continuado de 12:00 a 24:00 horas. Tanto el aparcamiento -gratuito y a 30 metros-, como el aparcacoches, son algunos de los servicios que la dirección cuida con detalle. Ahora sólo nos queda dejar que nuestro paladar disfrute.