Hay quien me ha confesado que algunas veces moja las croquetas en leche, a modo de magdalena o galleta. Lo cierto es que ese líquido da mucho juego en esto de las combinaciones ‘exóticas', porque alguien me ha contado que tiene un conocido que se come la sopa de cocido mezclada con un chorreón de leche. Y una compañera me ha confesado que un desayuno que le gusta mucho son tostadas de pan con aceite y ajo junto con un vaso de leche con Cola-Cao.
En esto de las combinaciones imposibles, los reyes son los bocatas. Debe ser que la neutralidad del pan da más juego para experimentar. Alguien me ha comentado que le encantan los bocatas de foie-gras mezclados con salsa ketchup. Y recuerdo que la merienda preferida de una amiga de la infancia eran bocatas de patatas fritas (de las de bolsa) machacadas y mezcladas con salsa de tomate o mayonesa, lo que hubiera más a mano.
¿Y por qué me ha dado por esto? Porque he encontrado en Internet, en Youtube, el vídeo que podéis ver más abajo. En él, se da la vuelta al tradicional bocadillo de tortilla francesa y un amable señor nos enseña cómo hacer uno de huevo frito. Y, ojo, que no sólo consiste en poner el huevo sobre el pan, tiene su proceso de ‘emplatado'.
A veces nos sorprendemos con las innovadoras y extrañas presentaciones y combinaciones de ingredientes que se hacen en la alta cocina. ¿De verdad lo son tanto?