La pizza es una de las recetas más reconocidas y típicas de Italia. Este delicioso plato además ha logrado expandirse a lo largo de todo el mundo gracias a la gran variedad de formas que tiene de presentarse: los ingredientes que pueden utilizarse son infinitos, al igual que el método de preparación de masa y su cocción.
Nosotros vamos a preparar una sencilla receta de masa de pizza, con la que obtendréis un resultado sabroso y natural. Además, ¡es ideal si queréis empezar a introduciros en el mundo de las masas!
Ingredientes
525 g. de harina normal
340 g. de Agua (si queréis otras proporciones, tened en cuenta que es el 65%)
20 g. de Aceite de Oliva
11 g. de Sal
5 g. de Levadura Fresca (o 1,5 g. de levadura seca de panadero)
Si queréis más información sobre los principales tipos de harina que se encuentran en el mercado y sus diferencias, haced click aquí.
Preparación
Con esta receta no vamos a trabajar la masa, ya que de esta forma conseguiremos que la levadura haga bien su trabajo, fermente correctamente, y no coja demasiada fuerza. Por eso, el primer paso será añadirla en un bol de buen tamaño junto con el agua.
NOTA: La levadura fresca suele venir en paquetes pequeños, y ha de mantenerse refrigerada. Es bastante similar, en tamaño y forma, a las pastillas para enriquecer el sabor de las comidas (tipo Avecrem). No es difícil de encontrar en superficies comerciales. Si queremos utilizar levadura seca, también la encontraremos fácilmente, y su textura es similar a la del pan rallado; en este caso, hay que utilizar 1/3 menos de cantidad.
Una vez disuelta, vamos a añadir el resto de ingredientes al bol: la harina, la sal y el aceite. Ahora es el momento de integrarlo todo: si disponemos de una amasadora, debemos ponerla en funcionamiento a velocidad baja hasta conseguir una masa homogénea; si preferimos hacerlo a mano, debemos mojarnos con agua o enharinarnos y remover todo bien, sin amasar, hasta conseguir una pasta pegajosa como la que veis en la imagen. Cuando la tengamos, la dejamos reposar 15 minutos en el mismo bol, sin tocar. Para optimizar el tiempo, durante la espera podemos ir preparando la mesa o superficie sobre la que vayamos a trabajar y dividir la masa: simplemente, esparcimos harina tirándola de forma lateral para evitar pegotes, sin abusar.
Una vez transcurridos los quince minutos, sacamos la masa del bol y la colocamos sobre la superficie de la mesa, previamente preparada. Doblamos la masa por la mitad, sin amasar, para evitar que la levadura coja fuerza. Volvemos a dejar reposar cinco minutos, mientras preparamos los envases en los que vamos a guardar nuestra mezcla: con las cantidades indicadas, vamos a dividir la masa en tres partes, por lo que necesitaremos tres tuppers (es lo que yo utilizo, pero cualquier otro envase con cierre hermético os servirá). Simplemente, hay que untarlos con un poco de aceite para que la masa no se pegue a ellos.
NOTA: Es importante que los recipientes que utilicéis para guardar la masa sean de mayor tamaño que las porciones de la misma, porque la levadura hará que crezca y necesita espacio.
Pasados los cinco minutos, dividimos la masa total en tres partes de 300 g. cada una: a ojo calculamos proporcionalmente tres partes iguales y, con la ayuda de un cuchillo bien afilado, cortamos. Hacemos una pequeña pelota con cada uno de los trozos, sin amasar, solo para poder darle forma, y lo guardamos en nuestros envases. Los cerramos, y a la nevera.
Ahora solo queda esperar: es necesario dar tiempo a la levadura para que trabaje y la masa crezca. Si queréis cocinar la pizza esa misma noche, con preparar la masa sobre las 16:00-17:00h. será suficiente, dejando un margen mínimo de cinco horas para su preparación, aunque lo ideal es esperar al día siguiente, y hasta un máximo de tres días: después, nos resultará demasiado ácida. Veréis que está lista cuando casi ha duplicado su tamaño.
Una vez que vayamos a prepararla, simplemente enharinamos la superficie de trabajo, sacamos nuestra masa y con la ayuda de un rodillo estiramos bien, pero siempre sin amasar para no dar más fuerza a la levadura. Untamos con un poquito de aceite, ¡y a añadir los ingredientes que más nos gusten!
¡Pronto actualizaré las fotos para que tengan mayor calidad!