Si hay algo que puede hacer destacar una ensalada es la vinagreta o aderezo que la acompañe.
Ya te había contado cómo preparar ensaladas variadas y creativas, y las posibilidades son muchísimas. Pero si añadimos a la ecuación, las vinagretas y aderezos, nuestra capacidad creativa se eleva al infinito.
Las posibilidades para hacer vinagretas y aderezos variados son muchas, y si sólo has intentado un puñado de aderezos diferentes para tus ensaladas, necesitas leer este post que he preparado. Tu creatividad se disparará luego de leerlo.
Diferencias entre vinagretas y aderezos
Antes que nada, aclaremos que las vinagretas y aderezos son salsas que empleamos para realzar el sabor de los alimentos. Se aprovechan no sólo en ensaladas, también en carnes, aves, pescados o verduras cocidas.
La diferencia entre vinagretas y aderezos es simple, y está relacionada con su estabilidad.
Las vinagretas son una mezcla de un componente ácido y otro graso, principalmente, los cuales no son estables, no se mantienen unidos. Los ingredientes en estado de reposo se separan y hay que mezclar nuevamente para que se integren justo antes de agregar a la ensalada.
En cambio, los aderezos son una mezcla de varios ingredientes, puede ser también un componente ácido y uno graso, pero que incluye un tercer componente que permite emulsionar la mezcla y hacerla estable. Un aderezo es generalmente más denso y con más cuerpo que una vinagreta.
Teniendo claras las diferencias pasemos a ver cómo podemos preparar opciones variadas y creativas de estas salsas.
Cómo preparar vinagretas para ensaladas
Veamos, preparar vinagretas es muy sencillo. Básicamente necesitarás de tres ingredientes: vinagre, aceite y sal, ésa es la receta base.
La proporción de aceite y vinagre, generalmente es de tres partes de aceite por una de vinagre. Pero esto depende del gusto de cada quien. Personalmente lo considero una proporción muy sosa, porque me gusta lo ácido.
El procedimiento para preparar la vinagreta es simple: En un bowl agrega el vinagre, diluye la sal, pimienta y cualesquiera otras especias que desees añadir, y luego agrega el aceite mezclando vigorosamente antes de añadir a la ensalada.
Pero una vinagreta puede ser mucho más original, a mí me encanta la receta básica, pero de vez en cuando es bueno variar y así sorprender al paladar y a nuestros invitados.
Como comenté más arriba nos quedaremos con la idea de que la vinagreta requiere de un componente ácido y uno graso, luego podemos añadirle otras cosas.
El componente ácido:
Por excelencia, el componente ácido más empleado es el vinagre, los hay de diferentes tipos, aportando cada uno un sabor y nivel de acidez diferente, algunos son el vinagre blanco, balsámico, de jerez, de manzana o de vino, y si vas a la sección gourmet del supermercado seguro encontrarás muchas otras opciones.
Pero puedes probar con otros ingredientes ácidos. De nuevo, por excelencia, el siguiente componente ácido más empleado en las vinagretas es el jugo de limón, el favorito de mi hija.
Pero existen muchas otras opciones, sólo imagina cuantas frutas ácidas existen y ya tienes una idea de cuantas variaciones hacer. Por ejemplo, jugo de naranja, toronja, mandarina, parchita, tamarindo, fresas, piña, entre otras.
El componente graso:
Aquí tenemos el aceite, generalmente de sabor suave o neutro para que no domine la preparación, pero esto es igualmente a gusto de cada quien. Puedes usar gran variedad de aceites, los más comunes, aceite de oliva, girasol, soya o maíz.
Otras opciones menos comunes, y un poco más costosas, de aceites para agregar a ensaladas, y que se encuentran en tiendas especializadas, son el aceite de albaricoque (de sabor suave), aceite de argán (de sabor almendrado), aceite de aguacate (de sabor ligero), aceite de uvas (de sabor afrutado), aceite de lino (con ligero sabor a mantequilla), aceite de almendras (aromático y de sabor ligero), entre muchos otros.
Si quieres probar diferentes sabores y no te puedes permitir los precios de estos productos, otra opción es aromatizar en casa tus propios aceites, aunque también los puedes comprar.
Aceites aromatizados: Esta técnica consiste en mezclar algunos ingredientes aromáticos, como hierbas o especias, con aceite de oliva o cualquier aceite de buena calidad, y dejar macerar por un tiempo de tres semanas o más, y luego filtrarlo para emplearlo en diferentes preparaciones.
Puedes crear en casa tus propios aceites aromatizados con ajo, albahaca, tomillo, romero, orégano, piel de limón, jengibre, entre muchas otras alternativas. Puedes crear tus propias mezclas, aquí de nuevo las posibilidades son infinitas.
Otros componentes:
Pareciera con lo que hemos cubierto, que tenemos ya un cúmulo de posibilidades para crear nuestras propias vinagretas originales, pero todavía hay más.
Las vinagretas pueden contener además del ingrediente graso y ácido, algunos extras que pueden aportar textura y mayor sabor.
Puedes añadir a las vinagretas vegetales y hierbas finamente picados, como cebolla, cebollín, cilantro, perejil, albahaca, tomillo, romero, ajíes dulces o picantes.
También son bienvenidos los encurtidos (que aportan acidez extra) como las alcaparras, aceitunas, pepinillos, entre otros.
O puedes incluir frutos secos, crudos o tostados, como nueces, avellanas, piñones, almendras, orejones o pasitas, por nombrar algunos.
También se pueden agregar quesos madurados como pecorino, queso azul o parmesano, o huevos duros picaditos, en fin, muchas opciones.
Cómo preparar aderezos para ensaladas
Cuando seguimos agregando ingredientes a nuestra vinagreta básica, como crema de leche, yogur, mayonesa o mostaza, ésta empieza a adquirir consistencia y se convierte en un aderezo.
Y al igual que las vinagretas, para los aderezos hay muchas alternativas variadas. Puedes crearlos desde cero, por ejemplo, preparando tus propias mayonesas caseras, saborizadas con ajo, cebolla, cilantro, albahaca y otras hierbas, o con alcaparras, aceitunas, pimientos, etc.
Estas salsas pueden ser sedosas y uniformes, o incorporar texturas, no procesando totalmente los ingredientes adicionales, y pudiendo encontrar trozos de estos en nuestro aderezo.
Existen una gran variedad de aderezos o salsas, como ranch, césar o tártara que puedes recrear en casa para hacerlas más saludables, pero puedes crear tus propias variaciones.
Prueba a usar frutas, verduras o vegetales en tus aderezos.
Por ejemplo, con unas berenjenas asadas puedes hacer una crema, incorporar un poco de limón o vinagre, sal y pimienta y aliñar una ensalada de verduras de hoja.
Usa mango, alguna variedad no muy dulce y extrae su pulpa y mézclala con yogur, por ejemplo. Esto se me acaba de ocurrir, pero puede funcionar.
Usa aguacate triturado y mézclalo con limón y cilantro, y tendrás un aderezo espectacular.
Aprovecha otras preparaciones como el hummus, o tahini, y dilúyelos un poco, para incorporarlos en tus ensaladas.
Estas son sólo algunas ideas de todos los diferentes aderezos que puedes crear con un poquito de imaginación y aprovechando lo que ya tienes en casa.
Verduras, vegetales, semillas, frutas, frutos secos, lácteos, todos son ingredientes que fácilmente pueden ayudarnos a crear un aderezo de lujo.
El único límite es la imaginación. Así que prueba a preparar tus propias vinagretas y aderezos en casa y ya me contarás. Nos leemos en los comentarios.