Cuando nos cambiamos de piso me quedé boquiabierta con la nueva cocina: no era mucho más grande que la anterior, pero estaba mucho mejor organizada y todo era completamente nuevo. Pero había un problema: las placas de inducción. Que no son un problema en sí, pero la mitad de nuestras sartenes no funcionaban y las que había en el piso, aunque buenas para carnes, salteados y sofritos, no eran antiadherentes.
Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra y doy fe. Tras dos tortillas fallidas, que acabé terminando en el horno, haciendo una especie de quiche, como si no hubiera sido suficiente, una mañana me dio por hacer tortitas, pensando que no volvería a caer en la trampa. Como os podéis imaginar, caí y esta vez no iba a ser tan fácil salvar el error. Conclusión: ese día hubo galletas para desayunar y acabamos comprando una sarten de las que no se pegan.
Aun así, quise intentar algo, y de ahí salieron estos pastelitos rellenos de chocolate. La textura no es la habitual y, gracias al sabor más bien suave de las tortitas, se realza mucho el sabor del chocolate. A ver qué os parecen.
Ingredientes:
– masa de tortitas hecha siguiendo la receta de El Comidista
– unas cucharadas de Nocilla
Instrucciones:
– precalentar el horno a 180º C
– poner dos cucharadas de la masa de tortitas en el fondo de moldes de magdalenas
– añadir media cucharadita de nocilla en el centro y cubrir con la masa hasta el borde, o hasta que la nocilla quede bien cubierta (queremos que sea sorpresa)
– hornear durante 20 minutos y dejar enfriar en el molde unos cinco minutos más
A Roberto le encantaron
Y vosotros, ¿cómo transformáis vuestros desastres culinarios?