Una casa con jardín
Pero siempre se había tenido que conformar con vivir en el piso que había sido de sus padres
Y con su trabajo y su sueldo, lo de la casa era uno de tantos imposibles
Un sueño más con el que, de vez en cuando, recreaba su imaginación
Una foto fija en su cabeza, nada más
No sabía ni que parentesco tenía con aquella mujer. De que pueblo era aquel del que le estaban hablando en aquella notaría
Cuando el notario le dijo si había entendido la situación, lo miró fijamente y dijo "no, lo siento, no entiendo nada"
Y aquel hombre se lo volvió a explicar todo
Una prima de su padre había fallecido sin descendencia. el familiar más próximo era ella, el único
Todo lo que pertenecía a aquella mujer pasaba a ser suyo
No era mucho. Lo único importante una casa en un pequeño pueblo
Hasta el notario tuvo que mirar en un mapa su ubicación. Luego le sonrió y le dijo "algo es algo, disfrútelo"
Decir que el pueblo era pequeño era decir poco
Decir que aquella casa era una ruina, también
El fin de semana que aprovechó para ir a verla, volvió a casa con ganas de llorar
Por una vez que un sueño se le cumplía, aquello era un desastre
No podía quedarse con aquella casa.
Estaba muy lejos, le faltaba medio techo, los pájaros se habían adueñado de ella. Todo era negativo
La vendería. Algo sacaría, poco, pero el solar era grande y la huerta también
La puso en venta
Y empezó a soñar con aquella casa
Se veía en ella trabajando, reformandola, limpiándola, plantando en el jardín, pintando...
Cada noche el mismo sueño: la casa y ella
Cada vez que hablaba de aquella casa, sus allegados se reían y le decían para fastidiarla "al final te la quedarás"
Pasados ocho meses, volvió a aquel pueblo
Ya no le dio miedo entrar en ella
Por cada habitación que pasaba, veía lo que podía hacer con aquella casa
El techo ya no le pareció tan difícil de arreglar
La huerta no sería ten difícil de desbrozar
Volvió de aquel viaje con un nudo en el estómago
Sabía que aquella casa se le había metido en la piel
PD Cuento inspirado y dedicado a Maite Maestro
INGREDIENTES
1 planta de hojaldre
6 huevos de codorniz
Bacon en tiras
200 g de queso rallado
150 ml de nata (crema de leche) líquida
1 cebolla
1 huevo
Sal
Pimienta
ELABORACIÓN
Cortar la cebolla en juliana muy fina
Cortar el hojaldre a la medida de la cubeta
Pinchar el fondo
Hacer con los dedos un repuje por todo el borde, como un marco
Batir el huevo
Pintar el borde con el huevo batido
Al huevo que ha sobrado, añadirle la nata (crema de leche) líquida, el queso rallado, sal y pimienta
Remover
Con el mismo papel que lleva el hojaldre, colocar este dentro de la cubeta
Cortar el papel que sobre
Verter la masa anterior encima del hojaldre, repartiendo bien por todo el fondo
Repartir la cebolla por encima de la masa
Repartir las tiras de bacon de manera que se dejen 6 círculos
En cada círculo cascar un huevo de codorniz
Menú horno 25 minutos + Tapa Horno al mismo tiempo, hasta dorar al gusto
Receta adaptada Kanela y Limón
Consejos de La Farsa
*Recordad que se aconseja que la tapa horno de ahora no se puede utilizar más de 10 minutos seguidos
*Yo pongo la tapa horno a no más de 175º por si en un despiste se dora demasiado
*Cuando hago esta receta en horno convencional, utilizo huevos de gallina. Los podéis utilizar en esta receta también. Ya sabéis, al gusto y con lo que tengáis en casa