En el I Taller sobre Alimentación y Salud organizado por Marbú Effective y la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, han tomado conciencia de esta situación y han abordado temas para reconducir los hábitos. El vertiginoso cambio de ritmo de nuestras vidas ha hecho que se siga una peor alimentación y que se estén disparando los índices de obesidad y problemas cardiovasculares.
El gran problema es la constante presencia de las grasas saturadas en la dieta diaria, que son las que derivan en la diabetes, colesterol o sobrepeso entre otros problemas. Es más, el 80% de la población española superan la cantidad recomendada de estas grasas por día: un 7% del total de la ingesta de comida. Para evitar los malos efectos que una dieta descuidada y desequilibrada puede acarrear, basta con incluir unas pautas alimentacias en nuestros hábitos:
- Partir o fraccionar las ingestas a lo largo del día en desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena.
- Reducir el consumo de carne roja a una ver por semana y sustituirla por carne magra (pollo, pavo o conejo).
- Cocinar la carne a la parrilla o a la plancha y con poco aceite.
- Incrementar la ración de legumbres, frutas y verduras que se tome cada día. La mitad de lo que comemos debería provenir del mundo vegetal.
- Los lácteos y derivados son mejores si son desnatados o semidesnatados.
- Evitar el sedentarismo y el tabaco. Hay que promover la actividad física, al menos treinta minutos al día.
- Si se toma un snack a media mañana o media tarde, mejor que sea bajo en grasas saturadas y sin edulcorantes artificiales. La regulación actual obliga a que todos los alimentos lleven la información nutricional en el envase, por lo que será fácil reconocerlo.
¿Cumples estas pautas alimenticias?
Texto de Pablo Girón