Este año decidí ir de vacaciones a un lugar en donde ya he estado antes: Miami. Aún así, fueron unas vacaciones muy diferentes y he sacado algunas conclusiones muy interesantes que pienso seguir poniendo en practica en mis viajes futuros.
Por un lado he seguido con la practica de viajar ligera de equipaje: para una semana de playa llevé solo una valija chica del tamaño permitido para subir conmigo en el avión. Y nada más – ni bolso! Y aun así hubieron cosas que no usé. Haber simplificado notablemente mis productos de belleza es una de las claves para lograrlo, ya que los líquidos que se pueden subir al avión están muy limitados (compré bronceador en Miami, justo lo que necesitaba para la semana y listo). Claro que tuve una eficiente ayudante que se encargó de verificar las medidas de la valija y de asegurarse que la ropa que llevaba estuviera de acuerdo al pronóstico del clima.
Este hábito que he adquirido estos últimos años de deshacerme de lo que no uso y de comprar y cargar únicamente con lo que realmente necesito, lo que yo llamo adoptar la simplicidad, es absolutamente liberador. Recuerdo la época en que para una semana de vacaciones necesitaba una valija grande, llena, 6-7 pares de zapatos, bolsas con productos de belleza, tanta ropa que tiraba en lavaija por si acaso, etc. De solo pensarlo me siento agotada!!!
Otra cosa que hice por primera vez antes de salir de vacaciones fue haber decidido de antemano cual era mi prioridad para este viaje y en qué no iba a gastar mi energía. Habiendo viajado durante toda mi vida a más de 20 países diferentes, puedo decir que he hecho viajes de diferentes estilos. Para recorrer, para conocer, para descansar, para divertirme haciendo actividades que normalmente no hago, etc . Hoy en día me doy cuenta que no se puede hacer de todo en una semana y que siempre habrá oportunidad de seguir viajando y de hacer diferentes actividades. Por ejemplo, recuerdo ahora a una frase que oí recientemente decir a una compañera de trabajo que aconsejaba a otra sobre su semanita de vacaciones anuales: No se puede ir a Cuba sin conocer la Habana. Pues bien, se puede perfectamente aunque sea ese nuestro único viaje a Cuba! No hay por qué hacer todo lo que nos sugieren solo porque estamos de vacaciones en un lugar donde nunca antes habíamos ido. Es notable la cantidad de energía que se nos va por seguir lo que dicen los otros y como muchas veces por querer cumplir con todo y con todos nos perdemos de disfrutar el momento y el lugar donde ya estamos.
En mi caso, la prioridad de estas vacaciones fue descansar, desconectarme, recuperar mi energía. Y de antemano había decidido no preocuparme por comer saludable, ya que estar buscando comida saludable cuando estamos en otro lugar diferente a donde vivimos puede ser muy desgastante. Mi sistema digestivo no estuvo muy feliz, pero sabía de antemano que iba a ser así, por lo que no me preocupé y a los pocos días de estar de nuevo en casa ya me había recuperado.
Y así, me dediqué a relajarme en la playa, a volver al hotel a dormir todas las veces que quise y a cualquier hora del día y después si tenía ganas salía a caminar un poco y buscaba algún lugar para comer. Básicamente a escuchar y respetar lo que mi cuerpo necesitaba. Disfruté mis vacaciones en Miami sin necesidad de recorrer, de hacer excursiones, de comprar, de salir a la noche o de tomar. Y lo feliz que estuve todo ese tiempo!
Algunos descubrimientos interesantes incluyeron un hermosísimo café estilo francés al fondo de la famosa calle Española Way. Me encantaron lo ecléctico del estilo y la cantidad de detalles de la decoración.
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Y el último día tuve la alegría de encontrarme con amigos que andaban en auto y con los que salí de Miami. Lo mejor de ese día? Los duraznos deliciosos, maduros, gustosos y jugosos que conseguimos en un supermercado (hacia años que no comía duraznos tan ricos!). Y haber ido por primera vez al lado oeste de la península de Florida a conocer Naples y Bonita Beach, preciosas playas, muy tranquilas y con fauna local muy amistosa que hasta se acercó a saludarnos y a darnos la bienvenida!
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