Las especias se han convertido en el ingrediente estrella de nuestros platos. Son las que otorgan 'ese toque especial' a las comidas y las que nos ayudan a ganarnos el reconocimiento de nuestros comensales. Muchas de ellas han entrado en nuestras cocinas gracias a otras culturas culinarias que llevan circulando en nuestro país desde hace siglos. Éste es el caso del curry, que nos llegó de la India hace unos 300 años y trajo consigo una amplia gama de matices y sabores. Hoy, nos adentramos de nuevo en su mundo para dar a conocer las cualidades de una especia que aporta a nuestros platos aromas de oriente.
Un poco de historia
Como ya hemos mencionado, tiene su origen en la India. Allí se llama kari o massala y durante la época de los rajás, se utilizaba para nombrar cualquier plato que llevara salsas con especias. La palabra curry es una adaptación que hicieron los ingleses y que se ha extendido al resto de Occidente. Sabemos que en el siglo XVIII ya se utilizaba en Europa, pero existen recetas portuguesas que datan del siglo XVI en las que se incluía esta especia como ingrediente.Está prácticamente expandida por todo el mundo aunque no cabe duda que en la gastronomía oriental se ha hecho un hueco de reconocido prestigio. Aún hoy, solemos relacionar los platos con curry con la comida india, turca o incluso japonesa, pero poco a poco, estamos asumiéndola como propia e innovamos nuevos platos a los que aportamos nuestro toque particular.
Un combinado de especias
Procede de la cúrcuma y su sabor varía según la cantidad y la variedad de sus ingredientes: cardamomo, pimienta roja, cúrcuma, jengibre, semillas de amapola, clavos, comino, canela, cilantro, azafrán, mostaza, anís estrellado. Puede llegar a contener hasta 20 clases diferentes de condimentos.Lo puedes encontrar en mercados y comercios. Los que se venden envasados y procesados suelen tener un sabor muy similar, mientras que los de 'granel' poseen un aroma y un gusto más intenso y variado. Su gama es amplia; desde los suaves y dulces hasta los más picantes: Punjabi: es uno de los más ligeros y finos. Mild: es suave y dulce. Madrasi: el más picante.
Se presenta en pasta o en polvo. Este último es más habitual en la cocina occidental. Se diluye rápido y, para los inexpertos, facilita la labor de tomar bien las medidas y regular con más precisión la cantidad.
Tu propio curry
La cualidad que tiene esta especia es que la puedes elaborar a tu gusto; cambiando las proporciones o añadiendo y quitando los ingredientes que desees. En la India cada región y cada familia tienen su propia receta. Tanto es así, que, a veces, incluso la mantienen en secreto. Una manera rápida y sencilla de hacer curry en casa es tomando los ingredientes o los sabores más elementales, como son el cardamomo, la canela, la nuez moscada o la pimienta, y el pimentón dulce o azafrán, que aportan el color, y luego añadir las especias que a ti más te gusten. Lo que sí es importante es que todo quede bien molido y mezclado.A la hora de conservarlo, es aconsejable que lo cierres bien en un recipiente hermético y lo almacenes en un lugar seco. Así evitamos que pierda su aroma y que se apelmace por la humedad. Otra de las ventajas que conlleva hacerlo tú mismo es su calidad, ya que muchos de los que se venden en los comercios son rebajados con harinas.
Recetas con curry
Ensalada de pasta al curryArroz con almendras
Puré de lentejas al curry
Fondue de carne con salsa curry
Salsa curry