Cada vez más amantes de la cocina están dispuestos a meterse entre fogones para cocinar su propia pizza, pero todavía son muchos los que recurren a una base ya elaborada. Los motivos pueden ir desde las ganas de tener lista antes la preparación, hasta el miedo a que no salga bien.
Sin embargo, utilizando la receta propuesta a continuación, la base de la pizza no tiene que suponer problema alguno. Siguiendo las siguientes instrucciones, se puede preparar una margarita sencillamente exquisita.
Una receta de base, ¡nunca mejor dicho!
Además, esta versión puede servir como punto de partida para preparar otras opciones de la pizza más elaboradas. Pero tomándola sin más ya está completamente deliciosa. Sobre todo por su masa esponjosa, su salsa de tomate frito con un toquecito de vino, y una cremosa burrata italiana. Esto es todo lo que hace falta para disfrutar de la pizza en toda su esencia.
¿Sabes qué hacer si no encuentras una burrata italiana de verdad?
En caso de no encontrar una burrata italiana auténtica, existe una buena alternativa, ya que la mozzarella, aunque es bastante distinta, tiene en común con la burrata que es un queso de pasta hilada. La principal diferencia es que en tanto el primero es de pasta hilada rellena de crema de leche de vaca, el segundo es todo pasta hilada de leche de búfala.
Así que si dar con una burrata es muy complicado, siempre se puede coger una mozzarella de buena calidad, deshilacharla con las manos, mezclarla con dos cucharadas de mascarpone y una pizca de sal.
Y ahora al fin, la receta de esta pizza. Quienes la encuentren demasiado básica siempre pueden añadirle unas lonchas de paletilla ibérica, o unas tiras de panceta ahumada y un poquito de aceite con guindilla, aproximadamente dos minutos antes de sacarla del horno.
¡Ve reuniendo los ingredientes para tu pizza margarita!
Los ingredientes para la masa son: 350 gr. de harina de fuerza; 240 gr. de agua mineral; 3 gr. de levadura fresca y 7 gr. de sal. La salsa lleva los siguientes ingredientes: 400 gr. de tomate de colgar; 1manojo de albahaca fresca (se deben reservar unas hojas para decorar); 5 cl. de vino tinto; 1 cucharadita de azúcar moreno y 1/2 cucharadita de sal. A la hora de servir, se empleará 1 burrata italiana de 160 gr., o en su caso 1 bola de mozzarella fresca de 100 gr. deshilachada y 2 cucharadas de mascarpone.
Así es la preparación de una pizza margarita espectacular
Respecto a la elaboración de la masa, habrá que empezar por diluir la levadura fresca en el agua, junto con la sal, todo en un bol. Se añade poco a poco la harina, mezclando con una cuchara de madera o una espátula. A continuación habrá que tapar con un trapo, y dejar reposar 10 minutos.
Después se estira la masa con las manos dentro del mismo bol, doblándola sobre sí misma. Debe dejarse reposar tapada durante 15 minutos. Se cubre el bol con film, y se deja fermentar en la nevera al menos 24 horas.
¡Vamos a por la salsa!
Para preparar la salsa de tomate, se parten los tomates por la mitad, sin pelarlos. Se ponen junto con el vino, el azúcar y la sal en un cazo, a fuego medio, y comprobando que no se quemen, hasta obtener una consistencia similar a la de una salsa. Para rectificar la acidez, se añade más azúcar. Finalmente se agrega la albahaca cortada finamente y se reserva.
Y al fin, ¡empezamos con la pizza!
Ya a la hora de hacer la pizza, se espolvorea un poco de harina sobre una superficie lisa. Se pone la masa sobre la superficie, y se estira con un rodillo hasta darle la forma deseada. El horno debe precalentarse a máxima potencia, con ventilador.
Se coloca la masa sobre una lámina de papel de horno, se extiende la salsa de tomate y se dispone directamente sobre la resistencia inferior. Habrá que dejarla unos 5 minutos, hasta obtener un tono dorado en la base, pero sin llegar a quemarla.
Después se saca la pizza del horno y se distribuyen pequeñas porciones de burrata sobre la superficie de la misma. A continuación habrá que hornear durante un par de minutos más, a media altura y con la posición grill. El último paso es retirar la pizza del horno, disponer las hojas de albahaca, añadir unas gotas de aceite de oliva y pimienta recién molida. ¡A comer!